“Los sistemas de producción en general tratan de utilizar y maximizar los recursos al alcance. A pesar de ello, deben apegarse a las exigencias reglamentarias para su comercialización y cumplir con los criterios establecidos.”
Por: Dra. Ma. Dolores García Suárez
Dr. Héctor Serrano
El cultivo orgánico en el siglo XXI, tiene como objetivo evitar el uso de fertilizantes y pesticidas como son los insecticidas, fungicidas, bactericidas y otros químicos empleados en las prácticas agrícolas no orgánicas, con el fin de incrementar la producción y eliminar así, plagas, enfermedades y el crecimiento de malezas que competían por el uso de agua en el cultivo.
Actualmente existe gran expectación sobre la producción de alimentos de manera orgánica, que ha hecho que existan más avances científicos, que contribuyen en su producción. Los suelos deben mejorarse y ser enriquecidos con nutrimentos, mediante el uso de compostas provenientes de materia orgánica tanto vegetal como animal y microbiológicos sin el uso de químicos.
Tras la revolución verde, hubo que alejarse de los químicos y otras prácticas agrícolas, ya que el objetivo de implementarla, era para la mejora de la agricultura en los años 60´s, en pro de una mejora alimentaria, que al paso de los años contaminó los suelos con químicos y empobreció de nutrimentos. En ese entonces, era lo más recomendable aunque no significaba un retroceso en los avances de la ciencia, sino al contrario, había que retomar conciencia de lo que es mejor para nuestro planeta, con la aplicación de nuevos conocimientos para un manejo más adecuado.
Gracias a los avances en el uso de la maquinaria moderna, se facilitan las cosechas, el uso del conocimiento de la biotecnología del siglo XXI aplica el conocimiento del crecimiento natural de las especies y respeta la naturaleza como lo hicieran en el pasado las culturas Mesoamericanas, en el manejo de la biodiversidad de especies. Donde ya observaban que varias especies pueden compartir ecosistemas de modo benéfico para el medio ambiente, como el aplicar multi-cultivos mezclando diferentes especies en diferentes estratos como en cultivos de chile, calabaza, maíz y frijol.
Uno de los conocimientos más novedosos del siglo XXI, es la aplicación de biofertilizantes, que en la naturaleza se observan con las micorrizas arbusculares. Entonces el uso de estos biofertilizantes logra que el uso de bacterias y hongos se asocien por simbiosis con las plantas, para fijar el nitrógeno atmosférico y tomar los nutrimentos de suelo como fósforo, potasio y azufre. Que son los que contribuyen al crecimiento y desarrollo de las plantas, además han sido probados en cultivos de chile, jitomate y maíz.
Los cultivos orgánicos, pueden ser un método de rescate cultural de técnicas agrícolas del pasado de la agricultura tradicional y la aplicación del nuevo conocimiento biotecnológico que hoy en día se entiende como la aplicación de bio-fertilizantes, que contribuirían con la conservación de la biodiversidad del entorno, así como el reciclaje de desechos orgánicos y el uso de semilla certificada.
Mesoamérica durante cientos de años probó la conservación del planeta y sus diferentes ecosistemas hasta nuestros días. Por eso, el retomar técnicas del pasado y aplicar la ciencia de hoy, debe dar la oportunidad de lograr un mejor cultivo y el mantenimiento de la agricultura a gran escala para proveer a la creciente población humana.
El no uso de agroquímicos, contribuye favorablemente a la economía de muchos agricultores de bajos recursos, que a su vez han recurrido a otras opciones naturales que les brinden beneficios, para incrementar su producción con bajos costos de producción y a la par, tener un beneficio hacia el medio ambiente.
Para reducir lo que ocurre actualmente en la agricultura mundial, que se caracteriza primordialmente por el empobrecimiento de suelos, con el establecimiento de una agricultura orgánica, han logrado mejorar los suelos e implementar una producción que no dañe el medio ambiente.
La agricultura del siglo XXI pasa por muchos altibajos, además de la falta de financiamientos, la escasa mano de obra y degradación del ambiente, aunado al cambio climático que está afectando de manera evidente a todo el planeta. Por todo esto, es necesario recurrir a la ciencia y al conocimiento para recuperar los suelos empobrecidos. Hacer un mejor manejo de la agricultura siendo la orgánica un método que propone una mejora en el cultivo que no daña pero si incrementa la producción.
La biotecnología, también nos lleva a la opción de que los agricultores pueden optar empleando los conocimientos que ya se tienen de la biología molecular y genómica, que brinda las posibilidades de la aplicación en el campo de modelos agrícolas, de especies transgénicas logradas en los laboratorios de investigación. Donde obtienen distintas variedades de especies, que puedan tolerar el cambio climático, toleren diferentes agroquímicos, la sequía o al frio a diferentes patógenos. Las técnicas modernas son de alto costo económico que no todos pueden financiar y finalmente también pueden afectar monetariamente al consumidor.
Referencias
*Altieri MA. 1995. Agroecology: The Science of Sustainable Agriculture. Boulder CO: Westview Press.
*Altieri MA, Nicholls CI. 2003. Soil fertility management and insect pests: harmonizing soil and plant health in agroecosystems. Soil and Tillage Research 72: 203-211
*Altieri MA, Koohafkan P. 2008. Enduring Farms: Climate Change, Smallholders and Traditional Farming Communities. Environment and Development Series.
*Nicholls, C.I. y M. A. Altieri 2012. Modelos ecológicos y resilientes de producción agrícola para el siglo XXI. Agroecología 6: 28-37, 2012
*Rosenzweig C, Hillel D. 2008. Climate Change and the Global Harvest: Impacts of El Nino and Other Oscillations on Agroecosystems. New York: Oxford University Press.
*Rosset PM. 2006. Food is Different: Why We Must Get the WTO Out of Agriculture. Black Point, Nova Scotia: Fernwood Publishing.
Dra. Ma. Dolores García Suárez Departamento de Biología, Laboratorio de Micropropagación y Propagación Vegetal. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.
Dr. Héctor Serrano. Departamento de Ciencias de la Salud. Lab. de Biología Molecular y Regulación Endócrina. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.
El estatus sanitario de México se coloca como uno de los más importantes y reconocidos a nivel mundial, pero ¿sabes lo que hay detrás de eso?
Así como todo el mundo, en México pueden desarrollarse o contagiarse plagas o enfermedades que afecten nuestro cultivo y ganado, por ello, es muy importante contar con una red de inteligencia sanitaria que nos permita tener un control en tiempo real de posibles amenazas.
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