En México los servicios de extensión agraria, promueven nuevas tecnologías y educan al productor para mejorar su desempeño productivo, y están siendo redefinidos e impulsados principalmente por jóvenes.
Mediante estrategias de intervención rural para elevar la calidad de vida de las personas, se propone hacer uso de los recursos existentes para lograr la autogestión, es decir, generar mecanismos para que las personas sean partícipes de su propio desarrollo y el de su comunidad.
Por ello, este 2017, el componente “Arráigate Joven-Impulso Emprendedor” ha canalizado un presupuesto de 527 millones de pesos, y arrancó con una propuesta de alto alcance al integrar recursos del programa de extensionismo joven, a efecto de evaluar y diagnosticar los proyectos productivos, así como su acompañamiento en el desarrollo de capacidades.
En 2016, “Joven Arráigate” benefició a 35 mil hombres y mujeres de 18 a 35 años, con incentivos para 325 proyectos del sector pecuario destinados a la cría de ganado bovino, caprino y ovino, así como en las cadenas de valor agregado para el procesamiento de carne, leche y subproductos
La estrategia está orientada a fortalecer el arraigo de los jóvenes en las actividades del campo, con el acompañamiento de apoyos productivos, esquemas de desarrollo de capacidades, extensionismo rural y módulos de capacitación, así como paquetes tecnológicos.
De manera especial se concentran acciones para incentivar la conformación de jóvenes extensionistas de bachilleratos técnicos y universidades especializadas en el sector agropecuario y pesquero de todo el país, con lo que se logrará llegar a 15 mil educandos beneficiados y preparados para impulsar proyectos productivos en el sector.
Esta mecánica permite la multiplicación de extensionistas en gran parte del país, los cuales significan la semilla de nuevas generaciones de jóvenes dedicados a la producción en el sector agroalimentario nacional, con una nueva visión basada en que el campo es una buena opción como actividad productiva.