La migración es parte del proceso de desarrollo, conforme las economías se transforman en sus estructuras, la gente busca mejores oportunidades de empleo dentro de su país y más allá de sus fronteras.
¿Sabías que una de cada siete personas en el planeta era un migrante en 2015? En los últimos años ha habido un aumento enorme en el número de personas que migran en todo el mundo. La mayoría de los migrantes son bastante jóvenes: alrededor de un tercio de ellos tienen entre 15 y 34 años de edad. [1]
Por ello, en su plan integral de impulsar un campo más productivo y competitivo, el Gobierno de la República, a través de la SAGARPA, instrumenta programas con un perfil incluyente y políticas públicas dirigidas a los jóvenes del sector rural, como el componente “Arráigate Joven”.
La meta es llegar a 35 mil jóvenes y consolidar mil proyectos de diferentes dimensiones, con el fin de fortalecer el arraigo de los jóvenes en las actividades del campo, con el acompañamiento de apoyos productivos, esquemas de desarrollo de capacidades, extensionismo rural y módulos de capacitación, así como paquetes tecnológicos.
A menudo, la migración puede ser la única opción para mejorar la vida de las personas frente a la pobreza y el hambre, el escaso empleo, pocos recursos naturales (como agua o suelos sanos) o los efectos del cambio climático.
Así que las vertientes que contempla el componente “Arráigate Joven” son capacitación y consultoría y, posteriormente, producción primaria y agregación de valor, a través de los procesos de inducción, capacitación, planeación y realización de proyectos que sean, prioritariamente, detonantes regionales.
La SAGARPA a través de “Arráigate Joven” ofrece alternativas viables a la migración, proporcionando nuevas y mejores oportunidades de trabajo en para los jóvenes en su lugar de origen.
