“Con estrategias adecuadas, el control de plagas tendrá por objeto tolerar o resistir daños. Por lo que estos organismos dejarían de ser un problema para la salud del hombre y los animales.”
Los insectos plaga se asocian a numerosas enfermedades, las cuales deben combatirse para disminuir sus daños. A continuación presentamos algunos:
Gusano Cogollero (Spodoptera frugiperda)
Plaga voraz que afectan el cultivo. En ataques tempranos retrasan su desarrollo porque dañan los tejidos que forman la mazorca y en casos severos la muerte de la planta. Cuando es temporada de sequía, se pueden observar los daños causados por el gusano trozador, que dificulta su control.
El momento oportuno de su control puede realizarse al revisar 100 plantas y encontrar 20 dañadas, ya sea con excremento fresco presencia del insecto.
Gusano Trozador (Agrotis sp.)
Plaga secundaria que se convierte en un problema serio durante la sequía. Cuando son larvas, salen del suelo por la noche para alimentarse trozando la base del tallo.
Para su control, puede realizarse el mismo proceso que con el gusano cogollero. Aunque en lugares con antecedentes del ataque de este insecto, se recomienda tratar a la semilla. Así como controlarla desde la pata del maíz, con aplicaciones preferentes durante la tarde del procedimiento a ocupar.
Gusano Elotero (Helicoverpa zea)
Este insecto daña principalmente los granos de la punta del elote. En etapa adulta es una palomilla que llega a poner 3,000 huevecillos por separado en los estigmas (pelos) del jilote (mazorca), ya que son caníbales.
Al igual que en los puntos antes mencionados controlarse comienza con revisiones. Para mejores resultados puede liberarse la avispita (Trichogrammaspp.) en una dosis de 60 pulgadas/ha cuando se observen los primeros huevecillos en los pelos del jilote.
Araña Roja (Oligonychus mexicanus y Tetranychus sp.)
Este ácaro tiene una duración de quince días en climas cálidos y 29 en templados. En altas temperaturas y sequía prolongada, las poblaciones incrementan, pero en condiciones lluviosas disminuyen.
Es importante hacer inspecciones desde la plántula hasta su floración con revisiones de 100 plantas para encontrar 20 con presencia de insectos o daños.
Trips (Frankliniella williamsi)
Estos insectos causan daños en la plántula cuando se establece, pueden ser tan severos que la planta puede presentar síntomas de falta de humedad. En el punto de crecimiento de la planta puede observarse una gran cantidad de insectos de color amarillo. Los cuales se protegen en forma natural de la lluvia y de algunos depredadores.
Para proteger a la planta, es recomendable realizar muestreos periódicos dentro de los 20 a 25 días. Revisar 100 plantas y encontrar 10 que se encuentren dañadas o con presencia de plaga para comenzar su control.
Mosca de los Estigmas (Euxesta stigmatias)
Con este tipo de plaga el daño ha incrementado en los últimos años y se presenta comúnmente en el maíz en el ciclo de Primavera-Verano. En estado de larvas se alimentan de los estigmas del elote, cuando son severas las infestaciones, los estigmas son cortados por completo. Se alimentan también de espigas, granos en desarrollo y excreciones del gusano elotero. Cuando estos insectos están inmaduros, pueden encontrarse a lo largo del elote provocando pudriciones principalmente en la parte apical del elote.
Aplicar algún método de control ya sea químico o algún insecticida es crítico para el daño de esta plaga. Porque debe aplicarse cuando exista un 40 a 50% del jilote al igual que en la prevención del ataque de gusano elotero. Los insecticidas efectivos para esta plaga en estado adulto son las permetrinas, para las larvas el clorantraniliprol organofosforados.
La incorporación de minerales al suelo para la agricultura se realiza desde hace dos siglos. Aquel nutriente que se encuentra en menor disponibilidad, es el que determina la producción, aun cuando los demás estén en cantidadessuficientes. Aplicando lo expresado anteriormente nos debemos preguntar, ¿Qué nutriente nos está limitando la producción?¿Cuándo hemos pensado en aplicar silicio? ¿Conocemos su efecto en la planta? Al pensar en las respuestas, nos damos cuenta que solo nos hemos enfocado en utilizar fertilizantes a base de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) sin incorporar otros nutrientes de igual o mayor importancia.
El silicio (Si) es el segundo elemento más abundante sobre la Tierra, sin embargo no siempre está disponible para la plantas por encontrarse en forma inerte e insoluble. Esta problemática se observa en suelos lavados, ácidos y lixiviados. A medida que intensificamos las prácticas agrícolas, los sistemas productivos se vuelven más frágiles e inestables al punto de tener niveles insuficientes de silicio y otros nutrientes.
Algunos autores consideran al silicio dentro del grupo de los macronutrientes secundarios junto al calcio, magnesio y azufre; mientras que otros investigadores lo categorizan como un elemento benéfico. Sin juzgar su clasificación, observamos que la incorporación de Silicio al sistema suelo-planta proporciona mayor resistencia de las plantas al estrés, tanto biótico como abiótico, complementado con la mejora de las propiedades fisicoquímicas del suelo, tales como un aprovechamiento del agua de riego de entre un 30 a 40 % reduciendo los costos de producción. Observando las propiedades químicas, el silicio tiene acción sinérgica con el calcio y magnesio, mientras que no permite toxicidad en planta con hierro, manganeso y aluminio.
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Rol del silicio como Fungicida e Insecticida
Se observa que las aplicaciones de silicio reducen el ataque de enfermedades (hongos, bacterias, nemátodos y virus) y plagas (insectos barrenadores y chupadores) de modo seguro, ecológico y confiable. Un claro efecto de este nutriente en la planta es el aumento en la dureza de los tejidos, proporcionándonos una barrera mecánica de protección. Esto se debe a la acumulación de silicio en las células epidérmicas formando una doble capa cuticular protectora en las hojas y raíces.
Evidencias de deficiencia de silicio
Las plantas tienen diferentes formas de expresar la deficiencia de silicio, dependiendo si son acumuladoras o no de este elemento. Las plantas monocotiledóneas tenderán a acumular más de este elemento en sus tejidos que las plantas dicotiledóneas, siendo 10% hasta 0,1% del peso seco respectivamente.
En lo visual, una deficiencia produce plantas quebradizas y susceptibles a patógenos y plagas. Desde Zeolitech, insistimos en la necesidad de conocer los niveles de cada nutriente en suelo y de ser necesario aplicar fertilizantes que contengan silicio rápidamente disponible en la solución del suelo.
¿Cómo incorporarlo en nuestra producción?
Podemos incorporar el silicio de forma foliar o directamente al suelo, sin embargo se ha observado que la resistencia a enfermedades es mayor cuando se aplica al suelo en comparación con foliar. Una de las formas más efectivas y baratas de incorporar silicio al sistema es realizando fertilización mineral con DIA-FIX (Diatomita o tierra diatomácea). La diatomita es un mineral de origen biogenético, es decir, son algas fosilizadas (Fig.1) con alto contenido de silicio (85%). Desde Zeolitech recomendamos que en aplicaciones foliares se debe mezclar 15 gr. de DIA-FIX por litro de agua, realizándose aplicaciones en:
Hortalizas: Cada 5 días
Cítricos: cada 20 días-2 aplicaciones
Invernaderos y Maíz: Cada 15 días- 2 aplicaciones
Cañas: 12 kg al suelo+ 1% asperjado
Por otro lado, en aplicaciones al suelo recomendamos mezclar con fertilizante a razón de 50-100 kg por tonelada o directamente vía riego.
Conclusión
A grandes rasgos, los principales beneficios de fertilizar con DIA-FIX son:
Mejora propiedades físicas y químicas del suelo.
Es un componente natural y no representa riesgos para la salud.
No deja residuos en la cosecha y no afecta los insectos polinizadores.
Prevención y control de enfermedades y plagas de modo orgánico.
Aumenta el rendimiento, calidad de cosecha y alarga la vida poscosecha.
Neutraliza la toxicidad causada por el aluminio en suelos ácidos.
Para terminar les queremos plantear la pregunta: ¿Cuándo empezaremos a devolver al suelo todo lo que nos brinda? Esperemos estar a tiempo y que no sea demasiado tarde.
Bibliografía
-Emanuel Epstein, Chapter 1 Silicon in plants: Facts vs. concepts, In: L.E. Datnoff, G.H. Snyder and G.H. Korndörfer, Editor(s), Studies in Plant Science, Elsevier, 2001, Volume 8, Pages 1-15, ISSN 0928-3420, ISBN 9780444502629, http://dx.doi.org/10.1016/S0928-3420(01)80005-7. (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0928342001800057)
-Matichenkov VV, Bocharnikova EA (2001) The relationship between silicon and soil physical and chemical properties. In: Datnoff LE, Snyder GH, Korndorfer GH (eds) Silicon in agriculture. Studies in plant science, 8. Elsevier, Amsterdam, pp 209–219
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