Page 19 - Revista Tecnoagro No. 183. Noviembre 2024. Especial Hortalizas
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PLANTULAS 17
Desventajas:
Mayor costo inicial: La producción de plántulas en invernadero o vivero implica mayores costos en infraestructura, mano de
obra y recursos.
Riesgo de estrés por trasplante: Al mover las plántulas al campo, pueden experimentar un shock, lo que puede ralentizar su
desarrollo.
Tiempo adicional: El proceso de trasplante requiere más tiempo y coordinación, lo que puede retrasar el establecimiento de la
plantación.
Variedades de hortalizas resistentes a plagas y enfermedades
La elección de la variedad adecuada es otro factor clave para asegurar una producción exitosa. Hoy en día, existen numerosas
variedades de hortalizas mejoradas genéticamente que ofrecen resistencia a plagas y enfermedades, lo que ayuda a los
productores a minimizar el uso de pesticidas y a aumentar la sostenibilidad de sus cultivos.
Algunas de las variedades resistentes más populares incluyen:
Tomate resistente a Fusarium y Verticillium: Estas dos enfermedades fúngicas afectan las raíces y pueden destruir cultivos
enteros de tomate. Las variedades resistentes ofrecen una protección significativa sin necesidad de fungicidas.
Pepino resistente a oídio y mildiu: Estas enfermedades afectan las hojas y los frutos, pero las variedades modernas son
capaces de tolerar ataques sin comprometer el rendimiento.
Lechuga resistente a pulgones y nemátodos: Los pulgones son una plaga común en lechugas, mientras que los nemátodos
atacan las raíces. Las variedades resistentes a estas amenazas pueden mejorar la calidad y cantidad de la producción.
Manejo de plántulas en invernadero: Control de
temperatura y humedad
El invernadero es un entorno controlado donde
las plántulas pueden crecer en condiciones
óptimas antes de ser trasplantadas al campo.
Dos factores críticos en el manejo de plántulas
en invernadero son el control de la temperatura
y la humedad.
Control de temperatura:
La temperatura ideal para la germinación y el
desarrollo temprano de las plántulas varía según
la especie, pero en general, oscila entre los
18°C y 24°C.
Mantener una temperatura estable es
fundamental, ya que fluctuaciones extremas
pueden afectar la germinación y causar daños
irreparables en las plántulas.
El uso de sistemas de calefacción y ventilación
automatizados puede garantizar que las plantas
estén en un ambiente óptimo, reduciendo
riesgos y mejorando la calidad del crecimiento.