“El desarrollo de las plantas, permite una producción de acuerdo a los cuidados proporcionados. Sin embargo hacerlo de manera excesiva puede perjudicarla, de manera que no pueda ser consumido”.
Los principales productos para lograr la fertilización del suelo y lograr con éxito el olivo, son los siguientes:
Nitrógeno
El suelo posee mejores propiedades cuando es poco fértil. Aunque dependerá de la humedad, así como su potencial de fertilidad para el uso de esta sustancia y para su aplicación. Cabe mencionar su importancia durante el proceso de crecimiento de la plantación, ya que es necesario para dicho proceso.
Esta sustancia puede variar dependiendo de la cantidad de precipitación en el suelo. El cual puede verificarse a través de la longitud del cultivo en crecimiento, si no ha aumentado su tamaño, tendrá que hacerse una aplicación adicional para ello. En caso contrario, no será necesaria dicha aplicación de la sustancia, aunque si es excedente puede correrse el riesgo de perder parte o en su totalidad, del cultivo.
Fosforo
La aplicación de esta sustancia es poco frecuente, ya que no es tan vital como el antes mencionado. Sin embargo si el suelo muestra mayor cantidad de carbonato de calcio o muestra cierta acidez, será necesaria su aplicación.
Para poder observar la eficiencia del cultivo respecto a esta sustancia, puede hacerse a través de la observación de la coloración de las hojas. Aunque puede llegar a confundirse la necesidad de este elemento con el del nitrógeno.
Potasio
Este componente es el que otorga la calidad y la potencialidad a la cosecha. Si nunca se realizó alguna aplicación en el suelo fertilizado y se tiene planea realizarlo, se recomienda una aplicación doble, ya que esta nivelara su potencial con el del nitrógeno y así recuperar las dosis perdidas, en el momento en el que se recolecte la producción de olivo.
El uso de fertilizantes también contribuye al proceso. Aunque es igual de importante corregir las carencias de micronutrientes, así como aportar aminoácidos o reguladores de crecimiento. Estar al tanto de los niveles de nitrógeno en el suelo y hacer uso moderado del mismo. Y ajustar la fertilización mediante el análisis foliar.
Cabe mencionar que el suelo debe estar libre de enfermedades y plagas en medida de lo posible. Por ello, se recomienda, sobre todo en los primeros años de plantación del olivo, quitar las malas hierbas para que en un futuro no puedan ser afectadas y prestando especial cuidado a las plantas jóvenes.
Igualmente puede sugerirse el cultivo de avena, trigo, cebada o centeno, alternos al cultivo de olivo, ya que son auxiliares para evitar el crecimiento de malezas.
“Los vegetales son benéficos para la salud, actualmente son apreciados por formar parte de la dieta y salud humana. Recientes estudios confirman que su consumo protege el ADN y en algunos casos prevenir algunas enfermedades cardiovasculares. Por ello, en el siguiente artículo conoceremos las coles de Bruselas”.
Dra. Ma. Dolores García Suárez
Dr. Héctor Serrano
La col, Brassica oleraceae pertenece a la familia Brassicaceae, la cual es considerada como crucífera debido a la cruz que se forma en sus flores. Entre sus parientes cercanos encontramos: la coliflor, el repollo (col blanca), los nabos y el brócoli. Y existen alrededor de 30 especies.
La Brassica oleraceae var. Gemmifera, se considera como un parte de la alimentación en la dieta humana. Los primeros escritos acerca de ella datan del siglo XVII, aunque no fue hasta el siglo XIX cuando se extiende su cultivo y se le conoce como Choux de Bruxelles, esto debido a su lugar de origen, Bruselas.
Entre los principales productores de la Brassica oleraceae var. Gemmifera están: Holanda, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, España, Alemania, China y Canadá.
Por sus flores en forma de cruz, constituyen un grupo con más de 338 géneros y 3,700 especies; cultivadas en zonas templadas a frías, con una importancia económica alta, debido a que pueden ser utilizadas como de ornato, hortícola, de forraje y como aceite transformado por la industria, por su condición de oleaginosas.
Gracias a esta planta, ha habido avances en la investigación biológica, para el estudio de la morfología y función de los vegetales. Además ha sido un modelo de estudio de fitogenética, morfología y fisiología vegetal. De os que se han descrito con más de 30,000 genes.
Las bases de la biología molecular, han contribuido a comprender como se forman las flores. En las que esta familia son de color amarillo a blanco, de 2.5 cm de diámetro, hermafroditas, actinomorfas sin brácteas, con un cáliz formado por 4 sépalos en dos verticilos dímeros, 6 estambres unos cortos y otros largos, con nectarios y gineceo. Las inflorescencias se muestran en racimos y forman un fruto silicua.
Sus tallos son cilíndricos cortos y carnosos, sin alguna ramificación en la que forman hojas que terminan en una cabeza o pella para la col. Las cuales aparecen en el tallo como brotes y esas se recolectan cuando tiene una estructura firme y verde intenso azuloso que las caracteriza.
La Brassica oleraceae var. Gemmifera tiene un periodo de vida de hasta dos años; en el que al primero se le forman las coles en la yemas axilares; en el segundo, brota con sus flores amarillas en el racimo extremo del tallo.
Cultivo
Son hortalizas de otoño e invierno, su crecimiento es lento y puede cultivarse en diferentes calidades de suelo. Siendo de mejor calidad los de arcilla y limo. Además de solicitar tener un suelo bien drenado, rico en materia orgánica, de pH neutro y con una cantidad de agua media.
También se puede cultivar en una temporada fresca, con temperaturas medias entre los 16° y 18° C, son tolerantes a las heladas igual que el nabo.
Existen diferentes variedades basadas en el ciclo de cultivo como:
Precoces - Que son las que se recolectan entre septiembre y noviembre. Periodo en el que han pasado entre 155 y 175 días.
De media estación – Se llaman así porque su ciclo dura entre 175 y 200 días, las cuales se recogen entre noviembre y diciembre.
Tardías – Su duración es de aproximadamente entre 200 y 250 días. Se cosechan entre diciembre y marzo.
Nutrición y uso
Es una planta que aporta diferentes vitaminas así como distintos minerales que contribuyen en el buen funcionamiento del organismo humano. Son ricas en carbohidratos, fibras, proteínas, retinol, tiamina B1, rivoflavina B2, Niacina B3, calcio hierro, magnesio, potasio, yodo, fosforo, zinc y sodio. Así como folatos, glucosinolatos, isotiocianatos, índoles, dimetilsulfuro, trimetilsulfuro. Sustancias por las cuales, desprende un aroma desagradable en su momento de cocción.
Al igual que otras verduras del mismo género, su consumo está justificado por su contenido en fitoquímicos. Los cuales, contribuyen a prevenir algunas enfermedades degenerativas y estimulan al sistema inmunológico.
Su contenido de fibra favorece dando una sensación de saciedad y para el tránsito intestinal, que puede mejorar el estreñimiento. Como son ricas en ácido cítrico, potencian la acción de la vitamina C.
Por su uso comestible, es apreciado por sus propiedades culinarias, como de su particular sabor y es consumida en diferentes presentaciones.
La colza, el nabo, como otras variedades, presentan acido eurico, que es una grasa monoinsaturada del grupo de omega 9, el cual puede ser perjudicial para la salud; debido a la cantidad de este acido. Puede provocar retrasos en el crecimiento y alteraciones en el corazón e hígado.
México y su producción
Las variedades más importantes que México cultiva son: el brócoli, la coliflor y la col de Bruselas. De las que se producen más de 500,000 toneladas. Las cuales se concentran en localidades como: Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Puebla. Aunque se ha realizado el cultivo por más de 500 años, ha generado buenos empleos por su exportación de divisas. Su éxito depende básicamente porque parte de esa producción se destina hacia los Estados Unidos.
Algunas variedades, que aunque no se cultivan precisamente en México, son igual de importantes:
Acephala: coles rizadas y ornamentales.
Alboglabra: brócoli chino.
Botrytis: coliflor blanca y broquil verde.
Capitata: col de Saboya o rizada, originaria de Italia.
Gemmifera: col o repollito de Bruselas.
Gongylodes: colirrábano o kohlrabi.
Itálica: brócoli.
Viridis: col o repollo forrajero
Dra. Ma. Dolores García Suárez Departamento de Biología, Laboratorio de Micropropagación y Propagación Vegetal. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.
Dr. Héctor Serrano Departamento de Ciencias de la Salud. Laboratorio de Biología Molecular y Regulación Endócrina. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.
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