“Cualquiera que sea el caso, toda producción está acompañada de nutrición y mayormente el empleo de agua a través de ciertos sistemas. De igual forma es importante conocer las necesidades de los suelos para producir”.

Irrigación

Una herramienta importante para el manejo orgánico es la irrigación. En la mayoría de las situaciones, se prefiere el riego por goteo en lugar del riego por aspersión. Con el riego por goteo, las plantas no se mojan y pueden ocurrir actividades en el campo durante el intervalo de riego.

Los nutrientes se pueden entregar a través del sistema de riego para proporcionar cantidades más precisas a las plantas de arándanos. Además, los centros de las hileras no se riegan con sistemas de goteo, esto reduce la presión de las malezas y conserva los recursos.

Las berries generalmente requieren de 20 a 25 pulgadas de lluvia durante la temporada de crecimiento, por lo que cuando esto no se logra, se requiere riego suplementario. Se recomiendan tensiómetros de humedad del suelo para medir la cantidad de agua suplementaria que se debe aplicar para mantener el estado adecuado del agua del suelo.

Durante los días más calurosos del verano, un acre de berries puede transpirar 8,000 galones de agua por día. Otro criterio importante es la cantidad de agua y calidad.

La fuente de agua de riego, debe proporcionar suficiente volumen de agua para regar según sea necesario durante la temporada de crecimiento. Asegúrese de realizar una prueba de agua, en las fuentes de agua de riego antes de la selección del sitio para determinar sus componentes físicos, químicos y biológicos.

El pH del agua de riego debe ser de 5,5 o inferior. Cuando se han cumplido los criterios del sitio, pero el pH del suelo o del agua de riego sigue estando por encima de 5,5, la acidificación del agua de riego puede ser adecuada; de lo contrario, el pH del suelo puede aumentar con el tiempo y causar efectos nocivos en las plantas.

Siempre consulte con su certificador sobre los productos utilizados para reducir el pH del agua de riego. El agua de riego también debe tener un bajo contenido de sal (<2,0 ds/m; preferiblemente <1,0 ds/m) ya que las berries son un cultivo de fruta sensible a la sal.

Los fertilizantes se pueden inyectar en el agua de riego y distribuir a través del sistema de goteo a las plantas. Esto ahorra bastante tiempo y mano de obra. Sin embargo, los fertilizantes orgánicos suelen ser menos solubles en agua que los fertilizantes sintéticos. Si se inyectan fertilizantes que no están completamente disueltos, entonces los goteros pueden taponarse y destaparlos es difícil. Use emisores de gran volumen para que la obstrucción sea un problema menor. La mayoría de los productores orgánicos distribuyen nitrógeno mecánicamente dentro de las hileras de plantas y usan el sistema de goteo solo para los fertilizantes más solubles.