“Cada cultivo tiene necesidades diferentes. Es necesario conocerlas para que su desempeño nos dé los resultados deseados sin cuantiosas pérdidas”.
Los preparativos para plantar berries deben comenzar con al menos un año de anticipación. Seleccionar un sitio con buen drenaje de aire y agua es esencial para una producción orgánica exitosa. Una plantación nutricionalmente saludable en un suelo bien drenado con exposición al movimiento del aire es menos susceptible al daño de las plagas. Las berries necesitan un buen drenaje interno del suelo para crecer. Los suelos húmedos restringen el crecimiento de las raíces y la respiración, lo que resulta en un crecimiento débil, rendimientos reducidos y tamaño de planta pequeño.
Los suelos de textura gruesa y con grava, tienen un excelente drenaje del suelo, pero los suelos más pesados o los suelos con capas freáticas elevadas, a menudo necesitan tejas de drenaje para eliminar el exceso de agua y mejorar el drenaje interno del suelo. La teja de drenaje se instala mejor antes de plantar. Siempre que sea posible, el diseño de las tejas debe coordinarse con el diseño de la plantación, de modo que las líneas de las tejas corran paralelas a las filas. Los distritos locales de conservación de suelo y agua, así como los contratistas privados de colocación de mosaicos, pueden brindar asistencia técnica para diseñar un plan de drenaje, pero tenga en cuenta que muchos basan sus diseños en cultivos anuales en hileras.
La siembra de berries a menudo requiere un drenaje más intensivo que los cultivos en hileras, porque las raíces de las plantas persisten durante el final del otoño y principios de la primavera, cuando los suelos tienden a estar más húmedos. El aire frío, como el agua, corre cuesta abajo y se acumula en áreas bajas, en áreas donde los árboles o los setos obstruyen el flujo de aire. Estos “bolsillos de escarcha” aumentan el riesgo de lesiones por frío a mediados del invierno y daños por heladas en primavera u otoño.
Seleccionar un sitio con una pendiente suave y buen drenaje de aire, reducirá el riesgo de daño por frío o heladas. Si esto no es una alternativa, seleccionar variedades de floración tardía puede ser una opción para minimizar el daño por heladas. El riego por aspersión, cuando esté disponible, también es una opción de protección contra heladas. Un buen drenaje de aire también promueve un secado más rápido del follaje, que reducirá la duración y la frecuencia de los períodos de infección de la enfermedad, que lo convierte en una estrategia esencial para el manejo de enfermedades orgánicas.
El espacio entre hileras amplias puede proporcionar una mejor circulación de aire en la plantación, con centros de hilera de 12 pies y 5 pies entre plantas en la hilera, lo que permite un buen movimiento del aire. Los arándanos tienen un sistema de raíces ceniciento, que es sensible a la sequía e intolerante al agua estancada. Los productores de berries orgánicas, pueden beneficiarse al no conducir equipos pesados en el centro de las hileras para evitar la compactación del suelo. La profundidad de enraizamiento de al menos 18 pulgadas se considera importante para un crecimiento adecuado y niveles de cultivo.
Cavar pozos de prueba en el suelo puede ayudar a evaluar los posibles problemas de profundidad de enraizamiento, drenaje y determinar qué medidas tomar para abordar los problemas de manejo del suelo antes de plantar. Los suelos franco-arenosos que están bien drenados, ácidos (pH 4,5), con un contenido de materia orgánica superior al 3% se consideran ideales.
Pruebas de suelo
Saber todo lo que pueda sobre el suelo de un sitio potencial, le permitirá tomar mejores decisiones de manejo antes de plantar. Se recomienda analizar el suelo para proporcionar información sobre el pH, la disponibilidad de nutrientes principales y secundarios, la materia orgánica, así como la capacidad de intercambio catiónico.
Se sugiere un pH entre 4,0 y 5,5 para la producción de berries, siendo 4,5 el óptimo. Conocer el pH actual del suelo, determinará la cantidad necesaria, si la hay, de azufre que se debe aplicar para ajustar el pH del suelo. El contenido de calcio del suelo debe estar por debajo de 2000 lb/acre (por debajo de 1000 ppm). Una prueba de salud del suelo de Cornell antes de la siembra proporcionará información específica del campo, sobre las limitaciones en los procesos biológicos y físicos, además del análisis estándar de nutrientes del suelo.
El análisis de anétodos realizado en muestras de suelo representativas es un paso inteligente de uno o dos años antes de la siembra, ya que dará tiempo para usar un cultivo de cobertura, para reducir las poblaciones de nematodos fitoparásitos.
El mejor momento para recolectar muestras para las pruebas de nematodos, es durante el verano, cuando los suelos están húmedos, no secos. Un mínimo de 6 submuestras de suelo, aprox. 1′′ de diámetro y 4′′ de profundidad, deben recolectarse aleatoriamente de un área de aprox. ½ acre de tamaño. Mezcle suavemente las muestras, transfiera aproximadamente 1 pinta de tierra mezclada a una bolsa de plástico y envíela lo antes posible al laboratorio de diagnóstico. Refrigere la muestra si no se puede enviar de inmediato.
