Page 29 - Revista Tecnoagro No. 186. Febrero 2025
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POST-COSECHA 27
Reducción del uso de químicos: Las semillas resistentes a
plagas y enfermedades post cosecha disminuyen la
necesidad de tratamientos químicos durante el
almacenamiento.
Aprovechamiento de subproductos: Algunas variedades
están diseñadas para producir residuos agrícolas que
pueden ser utilizados en compostaje o energía, cerrando el
ciclo agrícola.
5. Resultados en campos de prueba: el impacto de las
semillas en post cosecha
Diversos estudios y pruebas en campo han demostrado el
impacto positivo de las semillas mejoradas en el proceso
post cosecha:
Cultivos de maíz: Las semillas híbridas resistentes a
hongos como Aspergillus flavus han reducido la presencia
de aflatoxinas en un 30% durante el almacenamiento.
Tomates: Variedades diseñadas con mayor resistencia
física redujeron las pérdidas por daños mecánicos en un
20% durante el transporte a mercados.
Granos de trigo: Semillas con baja tasa de respiración han
prolongado la vida útil del producto almacenado hasta en un 15%
sin necesidad de tecnologías avanzadas.
6. La importancia de la elección de semillas en un mercado
competitivo
En el mercado actual, donde los consumidores demandan calidad,
frescura y sustentabilidad, la elección de la semilla adecuada es
clave para que los agricultores y empresas se mantengan
competitivos.
Factores a considerar al seleccionar semillas:
Adaptación al clima y suelo: Garantizar que las semillas sean
compatibles con las condiciones locales.
Tolerancia a enfermedades post cosecha: Reducir el riesgo de
pérdidas durante el almacenamiento.
Objetivos de mercado: Elegir semillas que produzcan productos
con características demandadas por los consumidores, como
color, sabor o tamaño.
Conclusión
La semilla es mucho más que el punto de partida en el
ciclo agrícola; es un factor determinante en el éxito del
proceso post cosecha. Su influencia en la calidad,
conservación y logística de los productos agrícolas
subraya la importancia de elegir variedades mejoradas y
adaptadas a las necesidades del productor y del mercado.
Invertir en semillas de alta calidad no solo mejora la
rentabilidad de los agricultores, sino que también
contribuye a la sostenibilidad del sistema agrícola al
reducir pérdidas, optimizar recursos y garantizar
alimentos de calidad para los consumidores. En el camino
hacia una agricultura más eficiente y sostenible, la semilla
sigue siendo el núcleo del éxito.