Page 32 - Revista Tecnoagro JUNIO 2024
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TAMARINDO
Dr. Rafael Zamora Vega
Dr. José Octavio Rodiles López
Dr. Héctor Eduardo Martínez Flores
QFB. UMSNH. Michoacán, México
El tamarindo proviene de la especie Tamarindus, considerada como única especie de este género, y también pertenece a la
familia las Fabáceas, leguminosas. Este es originario de África tropical, 400 años A.C, aunque algunos señalan a la India
como país de origen, y hoy en día, crece en todos los continentes en regiones tropicales. La palabra tamarindo procede del
árabe "Tamar-u'l-Hind" (Tamerehindi), que significa "dátil de la India", ya que la pulpa marrón oscura del fruto maduro se
asemejaba a los dátiles secos. Se sabe que fueron los árabes quienes tuvieron el conocimiento de propiedades y beneficios
medicinales y quienes lo llevaron a Asia y Europa en la Edad Media, y desde la llegada de los españoles a México. Hay 2
tipos de tamarindos: uno con pulpa marrón que se vuelve marrón oscuro durante el almacenamiento y el otro con pulpa roja.
El cultivo se lleva a cabo por semilla o por medio de injertos, y el cual es de fácil adaptación y resistente a las sequias,
inclusive en regiones con estaciones secas y de larga duración. Su temperatura óptima de crecimiento es de 23.5°C y con un
rango de 20 a 30°C. Una característica importante del árbol es que siempre está verde durante todo el año y alcanza hasta
los 30 metros de altura; sus frutos son comestibles, la pulpa es de color marrón a café oscuro y de sabor agridulce. Su vaina
es larga y curva y mide alrededor de 5 a 20 cm de largo y de 2 a 3 cm de diámetro. El árbol alcanza su etapa de maduración
óptima alrededor de los 20 años y puede producir de 100 hasta 500 kilogramos por año, aunque es rentable desde los 5
años, y su cosecha se da principalmente entre los meses de enero a abril, dependiendo de la región. Además, produce flores
amarillas que atraen a las abejas y otros polinizadores.
Actualmente el cultivo se desarrolla en alrededor de 54 países de todo el mundo. México, el Cáribe y algunos países de
Centroamérica como Colombia y Perú son grandes productores y consumidores, y donde lo comercializan por la variedad de
usos que le dan. El tamarindo ha sido parte importante de la gastronomía mexicana donde se disfruta en diferentes platillos y
bebidas como agua fresca, la cual es ampliamente por eliminar la sed. Tambien forma parte importante de la industria de la
confitería, e inclusive panadería, ya que se usa como relleno de diferentes tipos de pan.
La producción nacional en 2020 fue de 55,752 toneladas y con un aumento del 16% con respecto al año anterior, y un
rendimiento promedio de 5.5 toneladas por hectárea; alrededor de 15 estados son productores de tamarindo, siendo Jalisco
el mayor productor, 45.3%, seguido de Colima, 26.8%, y Guerrero, 15.5%. México es considerado el octavo productor a nivel
mundial, después de la India, Costa Rica y Tailandia.
VALOR NUTRITIVO
El fruto completo tiene un contenido general de 30 a 50% de pulpa, de 11 a 30% de cáscara, y 25 a 40% para semilla. La
semilla contiene de 20-30% de cubierta (membrana o testa), y 70-75% de grano (endospermo), y contiene de 13-20% de
proteínas y 5-16% de aceite. La testa también es rica en fibra, 20%, y taninos, 20%. La pulpa del tamarindo representa el
40% de la vaina, y cerca del 60% corresponde a carbohidratos, que incluye 39% de azúcares, tales como sacarosa, glucosa
y fructuosa. Esta propiedad, junto con sus ácidos orgánicos contribuyen a su característico sabor agridulce. Su contenido de
fibra es de 5% y con alta presencia de pectinas. Así mismo, su contenido de lípidos es muy bajo, menos del 1%, y también de
proteínas, 3%, y dentro de las leguminosas se caracteriza por su alta humedad, 31%, contra un promedio de 8.5%.