La planta de agave enamora, es un elixir que emana de la tierra y que se alimenta del sol y de la mano del hombre, que hacen posible que bebidas como el mezcal sean un emblema y conquisten paladares nacionales y extranjeros.
México es un importante productor de mezcal, tan solo en 2016 se registró una producción de 166 millones de litros de esta bebida que se generaron principalmente en los estados de Guerrero, Oaxaca, Sonora y Morelos.
La variedad de mezcales varía de acuerdo al tipo de destilación y a las hierbas o frutos que se incorporen durante el proceso de transformación que es totalmente artesanal. Primero se corta el agave, las piñas obtenidas se cosen con fuego, una vez cocidas se pasan a la molienda y se dejan fermentar para proceder con la destilación.
La maestra mezcalera Lala Noguera explica que los agaves mexicanos son totalmente regionales y adaptados al sincretismo, todos reflejan el sabor de un pueblo, el olor de una tierra y las raíces de una cultura. El agave es una obra de arte hecha por las manos de artesanos y de comunidades que desde la antigüedad lo utilizaban en ceremonias religiosas y para bendecir al campo.
Lala Noguera impulsa el trabajo de los productores y de los maestros mezcaleros a fin de que la tradición del mezcal sea conocida en todo el mundo. Los artesanos nacen, crecen y viven con el arte que involucra la producción de esta bebida que ha conquistado países como Estados Unidos y Europa.
Es importante que los jóvenes se acerquen al campo, que conozcan el trabajo de los productores y valoren las bondades de la tierra y el mezcal que degustan. Están Oaxaca, Sonora, Morelos, Puebla, Guerrero, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Michoacán, Tamaulipas y Guanajuato, estados productores de agave.