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Como hemos visto en artículos anteriores, las propiedades que posee nuestra tierra son vitales para una producción optima. De igual manera sirve para prevenir que esta se erosione con facilidad o se convierta en un lugar no apto para producir”.

Por: Departamento de Agricultura, Servicio de Investigación Agrícola, Servicio de Conservación de Recursos Naturales, Instituto de Calidad de Suelos. Alberto Luters, Juan Carlos Salazar Lea Plaza del: “Área de Cartografía de Suelos y Evaluación de Tierras”, Instituto de Suelos CRN – CNIA – INTA.

El Instituto de Calidad de Suelos reconoce, con sincero aprecio, la ayuda de Manuel Rosales, Agrónomo Conservacionista del Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por revisar y editar la traducción al Español del " Soil Quality Test Kit Guide".

Calidad del suelo es definida simplemente, como la “capacidad de funcionar de un tipo de suelo específico”. En general es evaluada midiendo un grupo mínimo de datos de propiedades del suelo para estimar la capacidad del suelo de realizar funciones básicas (por ej. mantener la productividad, regular, separar agua, flujo de solutos, filtrar y tamponar contra contaminantes, almacenar y reciclar nutrientes). Aquí, se describe un equipo para realizar ensayos de campo seleccionados para evaluar, o indicar el nivel, de una o más funciones del suelo.

Al medir la calidad del suelo es importante evaluar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Las propiedades físicas analizadas por este equipo incluyen densidad aparente, contenido de agua, velocidad de drenaje, desleimiento y estimaciones morfológicas. Entre las propiedades biológicas estudiadas se encuentran respiración del suelo y lombrices. Las propiedades químicas incluyen pH, conductividad eléctrica (CE) y niveles de nitratos.

Los ensayos químicos también son útiles para evaluar la calidad del agua en los pozos, en drenes y en otros cuerpos de agua relacionados con la actividad agropecuaria.

Estos chequeos, o indicadores, fueron diseñados como instrumento de control para proveer resultados inmediatos para comparar sistemas de manejo, monitorear la calidad del suelo a lo largo del tiempo, y para diagnosticar posibles problemas de la calidad del suelo debido al uso y manejo de las tierras.

Estos ensayos pueden ser fácilmente llevados a cabo in situ por personal de campo del NRCS (Servicio de Conservación de los Recursos Naturales) o por los mismos dueños de las fincas, para evaluar la calidad de sus suelos. El uso del equipo permite a los integrantes del NRCS constituirse en activos participantes, junto con los dueños de los campos, en la evaluación de la calidad del suelo. La evaluación brindará la oportunidad de discutir opciones de manejo cuando surja esta necesidad.

El equipo fue desarrollado por John Doran y colegas (Servicio de Investigación Agrícola, Lincoln, Nebraska). El Instituto de Calidad de Suelos (con colegas del personal del NRCS), han continuado el desarrollo, mejoramiento y chequeo del equipo, agregando ensayos, modificando el manual y redactando una guía de interpretaciones. El Equipo de Calidad de Suelos del NRCS en Colorado (Manuel Rosales, Josh Saunders, and Mike Sucik) aportaron su apoyo haciendo ensayos de campo y proveyendo sugerencias para mejorar la guía e interpretaciones. La guía del equipo de control de Calidad de Suelo es un documento dinámico. El Instituto da la bienvenida a las sugerencias sobre ensayos adicionales e información interpretativa, para ser incorporadas en versiones futuras de la guía.

El Instituto agradece las contribuciones de las siguientes personas: John Doran, USDA-ARS, Lincoln, NE, por el desarrollo del equipo original de chequeo de la calidad del suelo, sobre el que esta guía está basada. Bob Grossman, USDA-NRCS, NSSC, Lincoln, NE, por el desarrollo del índice de la estructura del suelo y los ensayos de resistencia a la penetración. Jeff Herrick, USDA-ARS, Las Cruces, NM, por el desarrollo del texto de desleimiento del suelo y el diseño del ensayo de estabilidad de agregados. Dennis Linden, USDA-ARS, St. Paul, MN, por el desarrollo del método para las lombrices. Bob Hanafin, Universidad de Auburn, por el desarrollo del diseño y presentación de esta guía. Cathy Seybold y Lee Norfleet, USDA-NRCS, Instituto de Calidad de Suelos, por el desarrollo de esta guía y el chequeo de los procedimientos del equipo.

La misión del Instituto de calidad de Suelos es colaborar con colegas para el desarrollo, adquisición, diseminación de informaciones y tecnología de calidad del suelo, para ayudar a las personas a conservar y mantener nuestros recursos naturales y el medio ambiente.

Para mayor información acerca del Instituto de la Calidad de Suelos, de sus productos y servicios, visite el sitio en la red, en http://soils.usda.gov/sqi.

Medición de la calidad del suelo

La calidad del suelo abarca los componentes físicos, químicos y biológicos del suelo y sus interacciones. Por ello, para captar la naturaleza holística de la calidad, o salud del suelo, deberán ser medidos todos los parámetros. Sin embargo, no todos los parámetros tienen la misma relevancia para todos los suelos o situaciones. Por ejemplo, el test de CE para salinidad puede no ser útil en el sector oriental de los EE. UU., donde la salinidad no es problema. Un grupo mínimo de propiedades del suelo, o indicadores, de cada uno de los tres componentes del suelo, son seleccionados sobre la base de su aptitud para indicar la capacidad del suelo para funcionar en usos y climas determinados. Los indicadores del equipo de calidad del suelo son seleccionados primariamente para evaluar la calidad agrícola del suelo. El equipo debería ser usado como un instrumento de análisis para detectar la tendencia o dirección general de la calidad del suelo: si los actuales sistemas de manejo están conservando, mejorando o degradando el suelo. El adecuado uso del equipo y la correcta interpretación de los resultados dependen de lo bien que sean interpretados los indicadores con relación a uso de las tierras y objetivos ecológicos.

Existen dos formas básicas para evaluar la calidad del suelo:

  1. Hacer mediciones periódicamente, a lo largo del tiempo, para monitorear cambios o tendencias en la calidad del suelo.

  2. Comparar valores medidos con los de una condición del suelo estándar o de referencia.

Empleando las dos formas de evaluar la calidad del suelo, el equipo puede ser usado para:

  • Realizar comparaciones entre distintos sistemas de manejo, para determinar sus respectivos efectos sobre la calidad del suelo.

  • Realizar mediciones en un mismo lote a lo largo del tiempo, para monitorear las tendencias de la calidad del suelo, determinadas por el uso y manejo del suelo.

  • Comparar áreas problema dentro de un predio, con áreas sin problemas.

  • Comparar valores medidos con condiciones edáficas de referencia o con el ecosistema natural.

Caracterización del Lote o Sitio

Es importante obtener tanta información sobre el sitio y los suelos como sea posible. Los indicadores de la calidad del suelo deben ser evaluados dentro del contexto de las características del sitio y climáticas. Una hoja, para registrar una “Descripción de sitio para calidad del suelo”, debe ser llenada durante la evaluación de calidad edáfica. Los siguientes son detalles que deberían ser considerados cuando se realiza una estimación de calidad del suelo a campo:

Serie de Suelos: El nombre de la serie puede encontrarse en el relevamiento edáfico del condado.

Signos de erosión: Signos de erosión incluyen cárcavas, surcos, desarrollo de pedestales, áreas expuestas de subsuelo, daño a plantas por materiales transportados por el viento, etc.

Historia de manejo: este ítem incluye una descripción del manejo pasado y presente de tierras y cultivos; tipo, volumen y método de fertilización; uso previo; y nivelado de tierras.

Pendiente y aspectos topográficos del predio: Registre porcentaje de la pendiente en los sitios de muestreo dentro del lote, y mencione lomas, elevaciones, depresiones, pozos etc.

Locación del lote y de las áreas de muestreo: Incluya Longitud y Latitud (si hay una unidad GPS disponible), una indicación sobre la ubicación (metros de distancia desde un sitio de referencia), y un dibujo del predio mostrando las áreas de muestreo.

Información climática: Este ítem incluye precipitaciones y temperaturas promedio, altas y bajas para cada mes (datos de un condado son suficientes).

Ubicación de áreas ecológicamente sensibles: Este ítem incluye la locación de lagunas, cauces, zonas muy húmedas y otros sitios ecológicamente frágiles adyacentes al predio en cuestión.

Lineamientos para el Muestreo

Cuándo, dónde y cuán profundo debe ser el muestreo, y qué cantidad de muestras hay que tomar, depende primariamente de las preguntas y problemas que plantea el administrador de la finca o de los campos.

¿Cuándo debe muestrearse?

El momento del muestreo es importante, pues las propiedades del suelo varían con las estaciones y con las operaciones de manejo, como la labranza. Usualmente, para la evaluación general de la calidad del suelo, se recomienda un muestreo por año de un predio. El muestreo anual permite la detección de cambios a largo plazo en la calidad edáfica. Un buen momento para muestrear es aquel en el que el clima está más estable, y durante el cual el suelo no fue disturbado, tal como después de la cosecha o hacia el final del período de crecimiento.

¿Dónde Muestrear?

Una consideración importante al determinar dónde muestrear en un lote es la variabilidad del área. Las propiedades del suelo naturalmente cambian a lo largo de un lote y hasta a lo largo de un mismo tipo de suelo. La variabilidad edáfica también es afectada por las operaciones de manejo. Las características generales a considerar dentro del predio son:

  • Áreas de surcos y de intersurcos,

  • Diferencias en el tipo de suelo,

  • Diferencias de manejo,

  • Áreas con y sin paso de maquinarias,

  • Diferencias en el crecimiento de cultivos,

  • Áreas afectadas por salinidad versus áreas no afectadas,

  • Diferencias en la pendiente, y

  • Áreas húmedas versus áreas no húmedas (drenaje).

Algunos lineamientos generales para la elección de sitios de muestreo son los siguientes:

Para una estimación general de la calidad del suelo seleccione sitios de muestreo dentro de un lote que sean representativos del lote. Recurra a mapas de suelo del área, para identificar diferencias y variaciones entre tipos de suelos, dentro de la unidad de mapeo.

Un barreno de mano puede ser usado para hacer una serie de perforaciones con el fin de establecer las ubicaciones de las áreas más representativas del lote.

Para la evaluación de los sitios problemáticos dentro de un lote, muestree áreas que sean representativas de estos sitios problema.

Al comparar sistemas de manejo, asegúrese que los sitios elegidos para la comparación estén localizados en el mismo tipo de suelo y en los mismos rasgos topográficos. Por ejemplo, si los sitios en un lote se miden sobre huellas de maquinarias, en el otro lote los sitios de muestreo deberán corresponder, también, a huellas de maquinarias.

Al monitorear cambios, con el paso del tiempo, en la calidad del suelo, asegúrese que cada vez se midan los mismos sitios dentro del lote. Asimismo, trate de realizar las medidas en iguales condiciones de humedad para reducir la variabilidad.

En algunos casos puede ser conveniente comparar sitios de muestreo a lo largo de un gradiente de tipos de suelo, de humedad, pendiente, u otros rasgos, en lugar de hacer la observación en un solo punto.

¿Cuántas Muestras?

El número de muestras o medidas a tomar dependerá de la variabilidad en el campo. Se recomienda la recolección de un mínimo de tres muestras o mediciones de cada una de las combinaciones de tipo de suelo y manejo. En general, cuanto mayor sea la variabilidad mayor será el número de medidas necesarias para conseguir un valor representativo a la escala de lote. Al medir CE, pH, y nitratos del suelo a escala de lote, ocho o nueve muestras de barreno, tomadas a través del lote, podrán ser agrupadas y mezcladas, dos submuestras, de este material mezclado, analizadas. Al tomar muestras a través de un lote, permanezca apartado de áreas manifiestamente diferentes y que no sean representativas del lote, tales como caminos de tierra y bordes del lote, bandas de fertilización, sectores ubicados a menos de 150 pies (45 metros con 72 cm.) de un camino mejorado, baches, sectores erosionados, etc.

Respiración del Suelo.

Para un muestreo eficiente, el ensayo de respiración se realiza primero, seguido por el ensayo de infiltración, sin sacar el anillo de 6 pulgadas. El mejor momento para realizar el ensayo de respiración del suelo es cuando el suelo se halla a capacidad de campo (cantidad de agua que el suelo puede retener después de ser drenado). Alternativamente la respiración del suelo, puede ser medida antes y después de medir la infiltración o de la humectación del suelo (6 a 24 horas luego de la humectación).

Materiales Necesarios para Medir la Respiración:

  • Anillo de 6 pulgadas de diámetro.

  • Tapa con tapones de goma.

  • Maza, y bloque de madera.

  • Termómetro de suelo.

  • 2 secciones de tubería plástica.

  • Tubos Draeger.

  • Jeringa de 140 cm3.

  • Cronómetro, o programador de horario.

La actividad microbiana es mayor cuando el suelo está húmedo (o cerca de, la capacidad de campo). Si el suelo está seco se deberá realizar una segunda medida de respiración luego de un mínimo de seis horas (preferentemente 16 a 24 horas) después del ensayo de infiltración, o de la humectación del suelo. Si el suelo está saturado se inhibe la respiración y el ensayo no puede ser efectuado.

Clavar el anillo en el suelo.

Limpie el área del muestreo de residuos superficiales. Si el sitio está cubierto con vegetación, corte ésta tan cerca de la superficie como sea posible.

Usando la maza y el bloque de madera, clave el anillo de 6 pulgadas, con el borde biselado hacia abajo, hasta una profundidad de tres pulgadas (línea marcada en el exterior del anillo). Si el suelo contiene fragmentos de roca y el anillo no puede clavarse hasta la profundidad mencionada, empuje cuidadosamente el anillo dentro del suelo hasta tocar un fragmento rocoso. Mida la altura de la superficie del suelo hasta el tope del anillo, en centímetros (cm).

Para una medida más precisa de la respiración del suelo se debe medir el espacio vacío en la parte superior del anillo. Dentro del anillo, haga cuatro mediciones (a intervalos similares) de la distancia del borde superior del anillo hasta la superficie del suelo y calcule el promedio. Registre el promedio en la hoja de trabajo sobre Datos del Suelo.

Cubra el Anillo con la tapa y espere exactamente 30 minutos (para permitir que el CO2 se acumule dentro del anillo), además no olvide anotar la hora.

Si ésta es la segunda medida de respiración, remueva por unos momentos la tapa, para permitir el escape de los gases que se acumularon a lo largo del período de espera de 6-24 horas. Proceda con la siguiente etapa. Durante la espera de 30 minutos, se pueden realizar otros ensayos, tales como el de Densidad Aparente.

Insertar Termómetro de Suelos.

Inserte el termómetro de suelos dentro del suelo adyacente al anillo con tapa (a una distancia de aproximadamente una pulgada (2.54 cm) del anillo, y hasta una profundidad de 2.54 cm). Si el termómetro puede ser fácilmente insertado en los tapones de goma, insértelo en uno de ellos hasta una profundidad de 2.54 cm dentro del suelo.

Conectando el tubo Draeger.

Realice la conexión con el tubo Draeger justo antes de finalizar la espera de 30 minutos. Conecte una aguja a un tubo de goma. Rompa ambos extremos del tubo de Draeger, ya sea usando el agujero en el mango de la jeringa o empleando un alicate para uñas.

Conecte el tubo Draeger al otro extremo del tubo de goma. La flecha en el costado del tubo Draeger debe apuntar en dirección contraria a la de la conexión con la aguja. Con un segundo tubo de goma conecte el tubo Draeger con la jeringa, inserte la aguja en el tapón.

Luego de 30 minutos inserte la aguja del aparato con tubo Draeger en un tapón. Inserte una segunda aguja en uno de los otros tapones de la tapa, para permitir el flujo del aire hacia el espacio debajo de la tapa, durante el tiempo en que se realiza el muestreo del gas. La segunda aguja deberá ser insertada justo antes de que se muestree el gas.

Toma de Muestra de Aire.

Registre la Temperatura del Suelo y el Porcentaje de CO2. En la hoja de trabajo Datos de Suelos, registre la temperatura en Celsius al momento del muestreo.

En el tubo de Draeger lea la columna “n=1”, si se muestrearon 100 cm3, o la columna “n=5” si se muestrearon 500 cm3. El porcentaje de CO2 está indicado por el máximo avance del color púrpura en el tubo Draeger. Asienta esa lectura en la hoja de trabajo Datos de Suelos.

Selle cualquier agujero en la tapa, que pueda causar pérdidas. También, para prevenir pérdidas, reemplace los tapones en la tapa si están muy usados o flojos.

Por un lapso de 15 segundos, jale el mango de la jeringa hasta la lectura 100 cm3 (1cm3= 1 ml), Si la lectura es menos de 0,5%, tome, a través del mismo tubo Draeger, cuatro muestras adicionales de 100 cm3 del espacio bajo la tapa. Para hacer esto, desconecte el tubo de la jeringa para sacar el aire y conecte nuevamente el tubo a la jeringa.

Tome otra muestra de 100 cm3 y repita el procedimiento. Saque la tapa. Después quite cuidadosamente el termómetro, la aguja del aparato con tubo Draeger, la aguja para flujo de aire y la tapa del anillo. Si se trata de la primera medición de respiración deje el anillo dentro del suelo para la medida de infiltración.

Cálculos

Respiración del Suelo (1b CO2 – C/acre/día) = PF x TF x (% CO2 – 0.035) x 22.91 x H PF = factor de presión = 1

TF = factor de temperatura = (temperatura del suelo en Celsius) + 273

273

H= altura en parte interna del anillo = 5.08 cm (2 pulgadas)

Infiltración

La infiltración es realizada generalmente después de la primera medida de respiración. El mismo anillo de 6 pulgadas de diámetro, dejado en su sitio luego del ensayo de respiración del suelo, puede ser usado para el ensayo de infiltración. Si no se determinó respiración del suelo, siga las instrucciones del punto anterior del procedimiento para respiración del suelo e insertar el anillo de 6 pulgadas de diámetro.

Materiales necesarios para la medida de infiltración:

  • Anillo de 6 pulgadas de diámetro (dejado en el suelo después del test de respiración).

  • Envoltura plástica.

  • Botella plástica o cilindro graduado de 500 ml.

  • Agua destilada.

  • Cronómetro o programador de horario.

Si el suelo está saturado, no se produce infiltración. Espere uno o dos días para permitir que se seque un poco. Asimismo, cuando no se realiza el ensayo de respiración, asegúrese antes de insertar el anillo, de que el área de muestreo esté libre de residuos y malezas, o que la vegetación esté cortada hasta la superficie del suelo.

Afirme el Suelo.

Con el anillo de 6 cm de diámetro emplazado en su sitio, use sus dedos con cuidado, para suavemente afirmar el suelo solamente alrededor de los bordes internos del anillo para prevenir filtraciones adicionales. Evite disturbar el resto de la superficie del suelo dentro del anillo.

Cubra el anillo con una envoltura de plástico. Tape con una lámina de plástico, el anillo y la superficie del suelo dentro del anillo. Este procedimiento evita disturbar la superficie del suelo al agregar agua.

Agregar Agua.

Llene la botella plástica o el cilindro marcado, hasta la marca de 444 ml, con agua destilada.

Vierta los 444 ml de agua (1 pulgada (2.54 cm) de agua) en el anillo recubierto con una envoltura de plástico,

Remover la Envoltura y Registrar el Tiempo.

Sacar la cobertura de plástico tirando con cuidado hacia fuera, dejando el agua dentro del anillo. Anote el tiempo.

Registre el tiempo (en minutos) que requiere 1 pulgada (2.54 cm) de agua para penetrar en el suelo. Pare el reloj justo cuando la superficie se ponga brillosa.

Anote este tiempo (en minutos) en la hoja de trabajo de los Datos de Suelo.

Repetición del ensayo de Infiltración.

En el mismo anillo, efectué los pasos 2,3 y 4 con una segunda pulgada de agua. En la hoja de trabajo Datos de Suelo, registre el número de minutos transcurridos para la segunda medida de infiltración. Si la humedad del suelo está a, o cerca de, la capacidad de campo, el segundo ensayo no es necesario.

El contenido de humedad del suelo va a afectar la velocidad de infiltración; por esto, esencialmente se efectúan dos ensayos de infiltración (sí el suelo está seco). La primera pulgada moja el suelo, y la segunda pulgada da una mejor estimación de la velocidad de infiltración del suelo.

Reponer la tapa.

Si se ha de efectuar un segundo ensayo de respiración apoye la tapa sobre el anillo y deje éste cubierto por preferentemente 16 a 24 horas (mínimo de 6 horas) antes de comenzar el segundo ensayo. Remueva la tapa y repóngala en su sitio, antes de comenzar la segunda medición de respiración.

Densidad Aparente.

La medida de la densidad aparente es el peso del suelo para un volumen determinado. Se utiliza para medir compactación. En general, cuanto mayor la densidad, menor el espacio poroso para el movimiento del agua, crecimiento y penetración de raíces, y el desarrollo de las plántulas. Debe ser realizada en la superficie del suelo y/o en una zona compactada (piso de arado, etc.), si es que está presente. Mida la densidad aparente cerca (entre 3,28 y 6,56 cm) del sitio de los ensayos de respiración e infiltración. Para obtener una medida más representativa de la densidad aparente del área, se pueden tomar muestras adicionales.

Materiales necesarios para medir densidad aparente:

  • Anillo de 3 pulgadas (7.62 cm) de diámetro.

  • Maza

  • Bloque de madera

  • Palita de jardinero

  • Cuchillo de hoja ancha

  • Bolsas sellables y marcador

  • Balanza (precisión 0,1 g)

  • Cucharón para medir de 1/8 de taza (30 ml)

  • Taza de papel

  • Vara metálica de 18 pulgadas

  • Acceso a un horno de microondas

Para suelos rocosos o gravillosos use un procedimiento alternativo.

Clave el anillo en el suelo.

Usando la maza y el bloque de madera, clave un anillo de 3 pulgadas (7.62 cm) de diámetro, con el borde biselado hacia abajo, hasta una profundidad de 7.62 cm.

Para la precisa medición del volumen del suelo, debe determinarse la exacta profundidad del anillo. No sin antes que la altura del anillo sobre el suelo debe ser medida. Haga cuatro mediciones (a espacios similares) de la altura del borde superior del anillo desde la superficie del suelo y calcule el promedio. Anote el promedio en la hoja de trabajo de Datos de Suelo.

Use la vara de metal para sondear la profundidad de una zona compactada. Si se encuentra una, excave hasta el techo de ese sector y deje una superficie pareja. Proceda como se ha mencionado anteriormente.

Remueva el anillo de 7.62 cm. Cave alrededor del anillo, con una palita de jardinero debajo de éste, y levántelo con cuidado previendo pérdidas de suelo.

Remueva exceso de suelo. Remueva el exceso de suelo de la muestra con un cuchillo de hoja ancha. La base de la muestra deberá ser plana, cortada y nivelada siguiendo los bordes del anillo. Poner la Muestra en una Bolsa y Etiquetar.

Toque la muestra lo menos posible. Usando el cuchillo de hoja ancha empuje la muestra dentro de una bolsa de plástico con cierre. Asegúrese que toda la muestra ha sido introducida en la bolsa. Cierre y etiquete la bolsa.

Los últimos pasos pueden ser realizados en un laboratorio u oficina si no hay una balanza disponible en el campo. El último paso requiere acceso a un horno microondas.

Pese y Registre la Muestra. Pese la muestra del suelo en su bolsa (si la bolsa es demasiado pesada para la balanza, transfiera aproximadamente la mitad hacia otra bolsa de plástico; el peso de las dos bolsas deberá ser sumado). Registre el peso (suma de las dos bolsas, si correspondiere) en la hoja de trabajo de Datos de Suelos.

Pese una bolsa de plástico vacía para calcular el peso exacto de la muestra. Anote el peso (suma de dos bolsas de plástico vacías, si correspondiere) en la hoja de trabajo Datos de Suelos.

Tome una Submuestra.

Para determinar contenido de Agua y Peso del Suelo Seco. Mezcle bien la muestra, “amasándola” con los dedos.

Tome una submuestra (no compactada), en un cucharón de 1/8 de taza, de la bolsa de plástico, y póngala en un vaso de papel (puede usarse un tazón de cerámica).

Tome y Registre la Submuestra. Pese la submuestra de suelo en su vaso de papel. Registre el peso en la hoja de trabajo de Datos de Suelo. Pese un vaso de papel vacío. Ingrese el peso en la hoja de trabajo de datos de Suelo.

Seque la Submuestra. Ponga el vaso de papel que contiene la submuestra en un microondas y seque con dos o más ciclos de cuatro minutos a intensidad máxima. Abra el microondas por un minuto para permitir la ventilación.

Pese la submuestra seca en su vaso de papel y registre el peso en la hoja de trabajo de Datos de Suelo.

Para determinar si el suelo está seco pese la muestra y anote su peso luego de cada ciclo de 4 minutos. Cuando el peso no cambie luego de un ciclo de secado, el suelo está seco.

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