Page 17 - Revista Tecnoagro No. 174. Febrero 2024
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semillas 15
El tipo de contenedor para el almacenamiento las condiciones del ambiente
controlado que se manengan, contribuirán favorablemente a la conservación
de las especies, también debe conocerse las características morfológicas y
fisiológicas de las semillas que serán almacenadas para poder mantener su
viabilidad y porcentaje de germinación adecuado para la obtención de
plántulas de buena calidad física y de vigor aceptable.
Algunos de los métodos más modernos para la conservación a largo plazo
de las semillas ortodoxas es el método de crioalmacenamiento o
crioconservación a temperaturas bajas de -80 a -196 oC con el uso de
nitrógeno líquido logrando conservarlas por varios años (García y Abdelnour
2013).
Las semillas recalcitrantes no pueden ser almacenadas pues al secarse se
dañan, su longevidad no se da con el secado y si pierden viabilidad, éstas
llegan a un contenido de humedad critico o míimo contenido de humedad
crítico o minimo contenido de humedad seguro si el secado se prolonga la
semilla muere y como se menciono anteriormente El almacenamiento de
semillas recalcitrantes de origen tropical son sensibles al frío y no pueden ser
almacenadas a temperaturas inferiores a 15°C. El desafío principal en el
almacenamiento de semillas recalcitrantes a largo plazo es evitar de la
pérdida de viabilidad, lo cual requiere conocer a profundidad las condiciones
óptimas de almacenamiento, terreno aún por explorar mediante investigación
Las semillas intermedias su almacenamiento es en respuesta a la longevidad al bajar el contenido de humedad, la semilla
práctica.
puede dañarse por deshidratacipon por debajo de los 7 a 12%, esta tolerancia dependerá de la especie, grado de madurez,
manejo después de la cosecha.
Después del almacenamiento de las semillas éstas deben ser revisadas o bien germinadas para determinar su viabilidad, a fin
de corroborar si las condiciones de almacenamiento son las correctas para su mantenimiento.
Existen otros factores que tambien pueden influir en que una semilla no germine y no necesariamente debido a un mal
almacenamieno sino a inhibidores propios de la germinación que imponen una latencia fisiológica de las semillas que las
coloca en una baja actividad metabólica (Baskin y Baskin 2000). Lo que contribuye favorablemente a minimizar un posible
deterioro o que germinen hasta que las condiciones ambientales sean las correctas para un buen crecimiento y desarrollo.