Page 23 - Revista TecnoAgro Nº 122
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ublirrEPortajE
tisfacer por la evolucín de las necesidades de su pueblo
en cuestín de infraestructura, recursos y empleo. El ŕ-
pido crecimiento demogŕico puede ser visto como una
amenaza por los páses vecinos.
Aunque esto va en aumento, si sumamos a ello que los
recursos vitales como el agua y la tierra misma son recur-
sos importantes y tomando en cuenta que el 70,8% de la
supericie est́ ocupada por agua, de la que solo el 2,5%
de esta agua es dulce y apta para su consumo. De la cual,
cierta parte se encuentra inaccesible en glaciares, en los
polos, etc., por lo que solo disponemos para el consumo
humano el 0,5% que es agua subterŕnea o supericial.
Actualmente en la tierra existen 6,000 millones de perso-
nas, de las cuales cerca del 20% vive en 50 páses que ca-
recen de este vital ĺquido. En conjunto, con el actual ritmo
de consumo, en breve esta se convertiŕ en un problema
capaz de generar conlictos armados e indicaŕ el futuro
de la diversidad bioĺgica de muchas zonas del planeta.
Entendamos que el consumo doḿstico de agua por ha-
bitante a la cantidad de agua que dispone una persona
para sus necesidades diarias de consumo, aseo, limpieza,
riego, etc., se mide en litros por habitante y d́a (l/hab-
d́a). Este valor es muy representativo de las necesidades
de consumo real de agua, dentro de una comunidad o
poblacín y por consiguiente, releja de manera directa
su nivel de desarrollo ecońmico y social. Este indicador
se obtiene a partir del suministro medido por contadores,
estudios locales, encuestas o la cantidad total suministra-
da a una comunidad dividida por el ńmero de habitantes.
A principios del siglo XX, la poblacín mundial se ha duplicado, como resultado del desarrollo industrial y del mayor uso
agŕcola, la cantidad empleada para este elemento vital, se ha sextuplicado. Ya que en el mundo existe la misma can-
tidad de agua que hace 2,000 ãos, lo que ha elevado la sobreexplotacín, la contaminacín y los efectos de cambio
cliḿtico, por lo cerca del 40% de los seres humanos cuentan con problemas de escasez de agua, misma que para el
2025 afectaŕ a un 66% de la poblacín mundial asentada en páses como ́frica y Asia Occidental.
Tal como lo citara Koi Annan, Secretario de la Naciones Unidas: "el acce-
so del agua apta para el consumo, es una necesidad humana fundamental
y, en consecuencia, un derecho humano b́sico”. Hoy en d́a se estima su
consumo anual en 54% del agua dulce disponible y, seǵn la UNESCO, a
mediados del siglo XXI la poblacín mundial alcanzaŕ los 121,000 millones
de habitantes previstos. Por lo que la demanda se habŕ duplicado y las
reservas h́dricas de nuestro planeta llegaŕn a su tope.
Por otro lado, la Organizacín Mundial de la Salud (OMS), considera que la
cantidad adecuada para el consumo humano es de 50 l/hab-d́a. A estas
cantidades se deben sumar, el aporte necesario para la agricultura, la in-
dustria y en efecto la conservacín de los ecosistemas acúticos, luvia-
les y de los dependientes de agua dulce. Tomando en cuenta que para
estos paŕmetros, se considera una cantidad ḿnima de 100 l/hab-d́a.
El destino aplicado al agua dulce, consumida vaŕa mucho de regín a
regín del planeta. Por regla general, el consumo elevado de agua potable