El verbo Descubrir es sinónimo de mostrar; significa levantar el velo que oculta algo preciado. El sustantivo talento es sinónimo de intelecto, de lucidez; quiere decir capacidad para el desempeño de una ocupación. ¿Cuántas veces hemos evaluado el desempeño de nuestros colaboradores? Tal vez debiéramos comenzar por preguntar si tenemos los indicadores adecuados y la cantidad requerida de los mismos.
Hace poco tiempo fui invitado a participar en un jurado de calificación para un importante premio nacional de calidad. Alrededor de la mesa del jurado, durante un receso en la deliberación, alguien comentó que algunas empresas comienzan por una certificación de calidad y de los beneficios que obtiene al hacerse acreedora de una certificación de este tipo. Los expertos dijeron que la certificación es una metodología que permite asegurar que tanto los procesos como las actividades se realicen en la empresa, se encuentren dentro de un rango rigurosamente preestablecido de aceptación. Para que se puedan evaluar la efectividad y madurez de los procesos, es necesario establecer criterios como factores de actuación: Clientes, Operación, Conocimiento, Valor Creado y Personas. Los colaboradores, desde el equipo líder que administra y fija el rumbo a seguir hasta el individuo que desempeña la función más sencilla dentro de la empresa, deben ser evaluados en su desempeño con base en los indicadores previamente seleccionados.
Existen distintas herramientas que se utilizan con el fin de evaluar el desempeño de los colaboradores, en lo individual y en equipo, por ejemplo el Assessment, el balance scorecard entre otras.
Lo crucial es que cada empresa identifique los indicadores adecuados y mida el desempeño de sus colaboradores con la herramienta apropiada. Los resultados que se obtengan de las evaluaciones servirán para determinar el alcance de objetivos, cumplimiento de metas, asignaciones y, en general, el nivel de desempeño de las personas y los equipos. Cruzar esta información con las descripciones de puesto, los perfiles de los candidatos y el organigrama, servirán para responder los siguientes cuestionamientos: ¿Tiene el colaborador potencial para ser exitoso(a)? ¿Tiene los conocimientos y habilidades para realizar su trabajo? ¿Sus motivaciones están de acuerdo con los motores que mueven a la empresa? Es decir: ¿Puede? ¿Sabe? ¿Quiere? Así podremos trazar planes de carrera para el personal para que se conozca el rumbo hacia dónde se sabe, se quiere, y se puede llegar.
Descubramos el talento que hay dentro de nuestras empresas, porque de ese talento depende el desempeño de nuestras agro-empresas.
Jorge Segovia Fernández
Ing. Agrónomo
Socio Director de Media Hunters México
Consultores en Recursos Humanos y Negocios
(55) 9171-1053
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