maleza

La versatilidad de estos cultivos, implica una apertura ecológica amplia incluso en cuanto a adaptación al clima de cada región, con los diferentes niveles de luz o humedad. Esto se traduce en fertilidad en la tierra, ahorro económico para los productores en costos y menor utilización de herbicidas.”

Por: John R. Teasdale,

Fao.org.

Los principios universales de manejo y un cambio hacia un enfoque de sistemas para protección de los cultivos, son fundamentales para combatir las malezas agrícolas así como también otras plagas. El manejo ecológico de las malezas se basa en prácticas preventivas y procesos naturales de regulación de la población con herbicidas o por medio de prácticas de cultivo, solamente cuando son necesarias. El énfasis se hace para maximizar los procesos ecológicos benéficos dentro de los sistemas de producción que pueden mantener poblaciones de malezas a niveles bajos y manejables. Si bien, los sistemas agrícolas están simplificados en comparación con los ecosistemas naturales, existen muchas oportunidades para rediseñar, manejar sistemas agrícolas y reducir las poblaciones de las malezas.

Los materiales vegetales vivos y muertos, asociados al uso de cultivos de cobertura en los sistemas agrícolas, son particularmente adecuados para desarrollar sistemas ecológicos de manejo de malezas. Por lo general, un ambiente biológico y físico más diverso en la superficie de los suelos, tal como el que está asociado a los cultivos de cobertura, ofrece oportunidades para regular y minimizar las poblaciones de malezas. Liebman y Gallandt (1997), proponen sistemas integrados de manejo de malezas exitosos, que pueden ser desarrollados combinando varias estrategias menores que acumulativamente reducen la relativa adecuación de las malezas a los cultivos.

Un sistema integrado, incluyendo cultivos de cobertura en combinación con otras estrategias, podría mejorar el control de malezas comparado con la confiabilidad de cada estrategia individual. Sin embargo, no todas las estrategias de manejo son igualmente compatibles con los cultivos de cobertura. Por ejemplo, los herbicidas activos en el suelo pueden ser adsorbidos por los residuos del cultivo de cobertura y son menos efectivos con cultivos de cobertura que sin ellos. La cultura mecánica, a menudo no es tan eficiente en los sistemas de labranza reducida, donde la cobertura viva y/o muerta puede interferir con el equipo de cultivo, en la que el suelo sin labrar es menos susceptible a la fragmentación y a la desecación de las plántulas de malezas como en el suelo limpio bien labrado. Los cultivos de cobertura deberían ser más compatibles con las medidas de control como los herbicidas de postemergencia o los agentes de biocontrol, que actúan sobre el follaje de las malezas después de la emergencia, que las prácticas que actúan a través del suelo. Más importantes son las estrategias a largo plazo, necesarias para desarrollar el mantenimiento de las poblaciones de malezas a bajos niveles por medio de rotaciones de cultivos supresivos, espaciamiento de la población del cultivo/espacio entre surcos y manejo de la fertilidad.

En resumen, el manejo de las malezas es uno de los tantos beneficios potenciales del uso de los cultivos de cobertura. Por lo tanto, el manejo de estos cultivos debe ser diseñado para optimizar todos los beneficios potenciales que puedan derivar de esos cultivos y minimizar sus impactos negativos. Por ejemplo, altos niveles de biomasa de cultivos de cobertura, pueden ser deseables para el control de la erosión y la supresión de las malezas, pero pueden interferir con las operaciones de siembra, mantener el suelo a temperaturas demasiado bajas en primavera o competir con el cultivo por una limitada humedad del suelo. Las prácticas de manejo que favorecen la rápida degradación de los cultivos de cobertura, tales como el corte, pueden reducir la efectividad para la supresión de malezas, pero ayudan a la liberación de nitrógeno que puede estimular el crecimiento temprano del cultivo. El agotamiento de la humedad del suelo por los cultivos de cobertura, debe ser una consideración primaria en el manejo de aquellas áreas del mundo, en que la humedad del suelo es el factor limitante de la producción. El manejo de los cultivos de cobertura, requiere comprender todos los impactos potenciales sobre los sistemas de cultivo, la definición de los objetivos más importantes a ser alcanzados por el uso de los cultivos de cobertura y un enfoque equilibrado para satisfacer esos objetivos.

Objetivos

  1. Integrar los cultivos de cobertura en un enfoque preventivo a largo plazo para el manejo de las malezas, que incluya un plan de rotaciones que minimice las poblaciones, así como intervenciones apropiadas para controlar las malezas emergentes.

  2. Rotar los cultivos de cobertura dentro de las rotaciones de cultivos. El uso continuo de las mismas especies como cultivo de cobertura, con el mismo modo de siembra y crecimiento, seleccionarán las especies de malezas que están adaptadas a esas especies y modo de crecimiento. Además, los cultivos de cobertura pueden hospedar nematodos y patógenos, que pueden incrementar las poblaciones de esas plagas. Los cultivos de cobertura deberían ser rotados en la misma forma, que se rotan los cultivos para reducir el crecimiento de las poblaciones de malezas nocivas y plagas.

  3. Los cultivos de cobertura pueden permitir una reducción del insumo de herbicidas. La supresión de malezas hecha por los residuos del cultivo de cobertura, por lo general permite que los cultivos se establezcan antes que las malezas. Muchos herbicidas aplicados al suelo en presiembra o preemergencia, serán adsorbidos por los residuos del cultivo de cobertura y serán inefectivos; el uso de esos productos con altos niveles de residuos de cultivos de cobertura puede no ser económico. Sin embargo, los herbicidas de postemergencia que son aplicados al follaje de las malezas emergidas, pueden ser usados en forma más eficiente con sistemas de cultivos de cobertura. Ocuparse solamente cuando sea necesario y ser seleccionados para malezas específicas que deben ser controladas. Esto puede reducir las pérdidas de herbicidas hacia el ambiente; se reemplazan los herbicidas de preemergencia que pueden ser persistentes y que a menudo son detectados en la tierra o en las aguas superficiales, con los herbicidas de postemergencia que son usados a menores dosis y son menos persistentes.

  4. El manejo equilibrado de cultivos de cobertura para la supresión de las malezas con otros requerimientos de manejo. Los objetivos primarios del manejo de los cultivos de cobertura puede derivar de otros beneficios importantes de los cultivos de cobertura, como la contribución de nitrógeno al cultivo comercial o reducir las altas temperaturas del suelo. Alternativamente, la necesidad de minimizar las influencias negativas de los cultivos de cobertura, tales como el agotamiento de las reservas de humedad del suelo o la interferencia con las operaciones de siembra, pueden llegar a ser consideraciones importantes. El manejo exitoso de los cultivos de cobertura requiere un plan equilibrado para maximizar los beneficios y minimizar sus aspectos negativos a modo de obtener un agrosistema productivo y sostenible.

Campo Limpio

campo

 Expo Agrícola Jalisco 2024
Expo Agrícola Jalisco 2024
24 al 26 de abril
Cd. Guzmán, Jalisco
Más información



 

 IFPA The Mexico Conference
IFPA The Mexico Conference
22 - 23 de mayo
Guadalajara, Jalisco.
Más información



 

 Congreo Internacional AneBerries
Congreo Internacional AneBerries
24 y 25 de Julio
Guadalajara, Jalisco.
Más información



 

Visitas totales

8.png4.png8.png3.png2.png5.png6.png4.png
Hoy2038
Ayer2845
Esta semana23063
Este Mes38945
Total84832564

6
En línea

Suscríbete al Boletín

Sitio Desarrollado en Chicoloapan por Painallihost