CRISPR Cas9

“La ciencia es uno de los pilares importantes para la industria agroalimentaria. Ya que a ella le debemos gran parte de los avances en cuanto a investigación e innovación de los productos que se dan en el campo. Aunque no todos resultan favorables cabe reconocer su empeño y disposición para seguir en el juego.”


Infinidad de debates se concentran en la agricultura, por el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), como por los materiales sintéticos. Han sido de gran controversia por los procesos de seguridad y los utilizados para modificar cultivos. A pesar de su persistencia, los científicos han consensuado que los OGM son seguros.


Los avances de la ciencia no pueden hacerse esperar, con un nuevo hallazgo genético llamado CRISP/Cas9 que promete superar los OGM, siendo tema objetivo de titulares y de emergente popularidad.


Esta técnica fue descubierta en el año 2012 por Jennifer Doudna, especialista en bioquímica de la Universidad de California Berkeley, que junto con Emmanuelle Charpentier, microbióloga del Instituto de Biología de las infecciones “Max Planck Institute for Infection Biology”, mencionan que es muy especializada para ser descrita. Al traducirse a un lenguaje común, esta técnica permite editar el ADN, para evitar resultados poco favorables a nivel genético. Pero permite añadir características deseables a nivel celular.


CRISPR significa: “clustered regulary interspaced short palindromic repeats” (repeticiones palíndromicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas). Esta tecnología se deriva de la antigua batalla de virus contra bacterias. Como se conoce, los virus atacan a las bacterias y las destruyen; las bacterias, en ocasiones sobreviven a un ataque y al hacerlo guardan una copia del ADN del virus. Este ADN viral es guardado en una zona de la bacteria llamada CRISPR. Cuando vuelve a atacar el virus, la bacteria refuerza la proteína Cas9 con la porción del ADN viral que se mueve por toda la célula buscando al ADN viral que lo está atacando y al encontrarlo, lo corta.


De acuerdo con el Dr. Wayne Hunter, Entomólogo Investigador del Laboratorio de Investigación Hortícola en FT. Pierce, menciona, que una de las principales ventajas de la tecnología CRISPR/Cas9, es que permite desactivar un gen. Por lo que si un gen produce alguna toxina o alguna proteína alergénica, la planta ya no podría producir esa proteína y como no se está añadiendo material genético adicional, la planta deja de considerarse transgénica.


En un artículo del New York Times, el Dr. Bruce Conklin, experto en genética, hace referencia a que los estudiantes podían dedicar toda una tesis doctoral para explicar la forma en que se podía cambiar un gen. Gracias a CRISPR se eliminó esa ardua labor. Con esta técnica, el fitomejoramiento es más rápido y versátil, además ha funcionado con todos los tipos de células animales y vegetales en los que se ha probado.


Resulta difícil asimilar la velocidad en la que los investigadores estudian a CRISPR/Cas9, ya que en 2012 no existían publicaciones científicas acerca de ella, mientras que en 2014 se publicaron más de 225 artículos sobre el tema.


Al referirse a CRISPR/Cas9 como el más revolucionario que el Internet o el teléfono inteligente, es poco. Ya que científicos estudian aplicaciones que pueden luchar contra el cáncer, además pueda eliminar el VIH de las células humanas infectadas. Sin embargo surgen preguntas éticas sobre el beneficio que aportará esta tecnología al ser humano en un futuro.


Dicha técnica abre el panorama a posibilidades de que algún día podrán diseñarse bebes con menor oportunidad de enfermedades provenientes de genes defectuosos, alentar o revertir el proceso de envejecimiento; así como aplicaciones relacionadas con la salud humana, animal y vegetal.


Adicionalmente, Hunter menciona que las aplicaciones potenciales de la tecnología CRISPR/Cas9 en la agricultura es incontable. Ya que permite editar los genes de manera altamente selectiva y junto con la tecnología, surge la necesidad de los investigadores por entender las vías biológicas, sus componentes (genes) y las funciones de los genes.

CRISPR


Con ello, los científicos pueden atacar problemas como la vulnerabilidad a las enfermedades, incluyendo la eliminación del sabor amargo a un fruto. Así mismo, producir nuevas variedades de plantas mediante cultivos celulares con menos toxinas o sin ellas, plantas sin proteínas amargas, ya que pueden ser desactivadas, de acuerdo con Hunter. “Debido a que la tecnología funciona desde la etapa embrionaria, todas las plantas que sean propagadas de esas nuevas variedades también continuarán teniendo esa característica genética seleccionada (falta de sabor amargo), la cual será tan permanente como lo que ocurre con las mutaciones genéticas naturales a través del fitomejoramiento tradicional”, refirió.


Por otra parte el CRISP/Cas9 se está utilizando para crear nuevas variedades no transgénicas de cítricos resistentes o tolerantes al HLB (Huanglongbing), por el profesor asociado de microbiología en el Centro de Educación e Investigación de Cítricos UF/IFAS en Lake Alfred, el Dr. Nian Wang. Quien en 2013 comenzó a desarrollar variedades resistentes al cancro e inicio la investigación relacionada con el HLB en 2015.


EL Dr. Wang comenta que son los primeros en adaptar la tecnología al cultivo de cítricos; que han identificado genes cítricos que participan en el desarrollo de los síntomas de HLB. Se mutarán los genes que participan en la producción de síntomas del HLB para detener su desarrollo.


El método de CRISPR/Cas9 ha avanzado con más rapidez desde su descubrimiento en 2012 y como los árboles desarrollados con la tecnología no son OGM, su proceso de aprobación será más rápido. En palabras del Dr. Wang dice que “los cítricos no transgénicos podrán ser comercializados en muy corto tiempo…debido a que los arboles no contienen ADN ajeno, el proceso de desregulación es bastante sencillo.”


En el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el Dr. Hunter trabaja en un “sistema CRISPR/Cas9 ingerible”, el cual, está dirigido a desactivar un gen en los psilidos, para que no puedan transmitir ni el HLB así como adquirirlo. Con este método no transgénico, se eliminaría un gen nativo en el sistema digestivo de los psilidos. Este también podrá ser aplicado cada primavera a varias generaciones de Psilidos, para que la plaga deje de transmitir la bacteria HLB.


“Otro método seria la aplicación de un gen que les produce inmunidad a las bacterias, para que al ser infectados por bacterias, las bacteriosis, destruyan el sistema inmunológico de los psilidos y les produzcan la muerte”, agregó Hunter.


Hay otros científicos además de Hunter y Wang, que trabajan con la tecnología CRISPR/Cas9 para acatar de manera directa a los psilidos o la bacteria HLB. Este tipo de tecnología cambiará las reglas del juego, además de que los productores de cítricos esperan que resulte en la lucha contra el HLB.


La ingeniería genética convencional comparada con el sistema CRISPR/Cas9 posee características únicas que mejoran los cultivos.


Los cambios genéticos se realizan en genes específicos en sitios nativos del genoma. Los cultivos mejorados con el sistema CRISPR/Cas9 carecen de ADN ajeno, por lo que se pueden comparar en términos genéticos con plantas desarrolladas a través de métodos de fitomejoramiento por mutación, tales como los tratamientos químicos y las radiaciones físicas.


De ser necesario, los genes ajenos se integrarán a sitios genómicos seleccionados minuciosamente para que tengan poco o ningún efecto negativo en otros genes. De manera comprobada es posible dirigir la tecnología a varios genes en un solo experimento, de esta forma, manipular las características genéticas en la que los genes son participes.

La ciencia es uno de los pilares importantes para la industria agroalimentaria. Ya que a ella le debemos gran parte de los avances en cuanto a investigación e innovación de los productos que se dan en el campo. Aunque no todos resultan favorables cabe reconocer su empeño y disposición para seguir en el juego.”

Fuente: Agriculturers, Kenong Xu, Cornell University

 

Infinidad de debates se concentran en la agricultura, por el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), como por los materiales sintéticos. Han sido de gran controversia por los procesos de seguridad y los utilizados para modificar cultivos. A pesar de su persistencia, los científicos han consensuado que los OGM son seguros.

Los avances de la ciencia no pueden hacerse esperar, con un nuevo hallazgo genético llamado CRISP/Cas9 que promete superar los OGM, siendo tema objetivo de titulares y de emergente popularidad.

Esta técnica fue descubierta en el año 2012 por Jennifer Doudna, especialista en bioquímica de la Universidad de California Berkeley, que junto con Emmanuelle Charpentier, microbióloga del Instituto de Biología de las infecciones “Max Planck Institute for Infection Biology”, mencionan que es muy especializada para ser descrita. Al traducirse a un lenguaje común, esta técnica permite editar el ADN, para evitar resultados poco favorables a nivel genético. Pero permite añadir características deseables a nivel celular.

CRISPR significa: “clustered regulary interspaced short palindromic repeats” (repeticiones palíndromicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas). Esta tecnología se deriva de la antigua batalla de virus contra bacterias. Como se conoce, los virus atacan a las bacterias y las destruyen; las bacterias, en ocasiones sobreviven a un ataque y al hacerlo guardan una copia del ADN del virus. Este ADN viral es guardado en una zona de la bacteria llamada CRISPR. Cuando vuelve a atacar el virus, la bacteria refuerza la proteína Cas9 con la porción del ADN viral que se mueve por toda la célula buscando al ADN viral que lo está atacando y al encontrarlo, lo corta.

De acuerdo con el Dr. Wayne Hunter, Entomólogo Investigador del Laboratorio de Investigación Hortícola en FT. Pierce, menciona, que una de las principales ventajas de la tecnología CRISPR/Cas9, es que permite desactivar un gen. Por lo que si un gen produce alguna toxina o alguna proteína alergénica, la planta ya no podría producir esa proteína y como no se está añadiendo material genético adicional, la planta deja de considerarse transgénica.

En un artículo del New York Times, el Dr. Bruce Conklin, experto en genética, hace referencia a que los estudiantes podían dedicar toda una tesis doctoral para explicar la forma en que se podía cambiar un gen. Gracias a CRISPR se eliminó esa ardua labor. Con esta técnica, el fitomejoramiento es más rápido y versátil, además ha funcionado con todos los tipos de células animales y vegetales en los que se ha probado.

Resulta difícil asimilar la velocidad en la que los investigadores estudian a CRISPR/Cas9, ya que en 2012 no existían publicaciones científicas acerca de ella, mientras que en 2014 se publicaron más de 225 artículos sobre el tema.

Al referirse a CRISPR/Cas9 como el más revolucionario que el Internet o el teléfono inteligente, es poco. Ya que científicos estudian aplicaciones que pueden luchar contra el cáncer, además pueda eliminar el VIH de las células humanas infectadas. Sin embargo surgen preguntas éticas sobre el beneficio que aportará esta tecnología al ser humano en un futuro.

Dicha técnica abre el panorama a posibilidades de que algún día podrán diseñarse bebes con menor oportunidad de enfermedades provenientes de genes defectuosos, alentar o revertir el proceso de envejecimiento; así como aplicaciones relacionadas con la salud humana, animal y vegetal.

Adicionalmente, Hunter menciona que las aplicaciones potenciales de la tecnología CRISPR/Cas9 en la agricultura es incontable. Ya que permite editar los genes de manera altamente selectiva y junto con la tecnología, surge la necesidad de los investigadores por entender las vías biológicas, sus componentes (genes) y las funciones de los genes.

Con ello, los científicos pueden atacar problemas como la vulnerabilidad a las enfermedades, incluyendo la eliminación del sabor amargo a un fruto. Así mismo, producir nuevas variedades de plantas mediante cultivos celulares con menos toxinas o sin ellas, plantas sin proteínas amargas, ya que pueden ser desactivadas, de acuerdo con Hunter. “Debido a que la tecnología funciona desde la etapa embrionaria, todas las plantas que sean propagadas de esas nuevas variedades también continuarán teniendo esa característica genética seleccionada (falta de sabor amargo), la cual será tan permanente como lo que ocurre con las mutaciones genéticas naturales a través del fitomejoramiento tradicional”, refirió.

Por otra parte el CRISP/Cas9 se está utilizando para crear nuevas variedades no transgénicas de cítricos resistentes o tolerantes al HLB (Huanglongbing), por el profesor asociado de microbiología en el Centro de Educación e Investigación de Cítricos UF/IFAS en Lake Alfred, el Dr. Nian Wang. Quien en 2013 comenzó a desarrollar variedades resistentes al cancro e inicio la investigación relacionada con el HLB en 2015.

EL Dr. Wang comenta que son los primeros en adaptar la tecnología al cultivo de cítricos; que han identificado genes cítricos que participan en el desarrollo de los síntomas de HLB. Se mutarán los genes que participan en la producción de síntomas del HLB para detener su desarrollo.

El método de CRISPR/Cas9 ha avanzado con más rapidez desde su descubrimiento en 2012 y como los árboles desarrollados con la tecnología no son OGM, su proceso de aprobación será más rápido. En palabras del Dr. Wang dice que “los cítricos no transgénicos podrán ser comercializados en muy corto tiempo…debido a que los arboles no contienen ADN ajeno, el proceso de desregulación es bastante sencillo.”

En el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el Dr. Hunter trabaja en un “sistema CRISPR/Cas9 ingerible”, el cual, está dirigido a desactivar un gen en los psilidos, para que no puedan transmitir ni el HLB así como adquirirlo. Con este método no transgénico, se eliminaría un gen nativo en el sistema digestivo de los psilidos. Este también podrá ser aplicado cada primavera a varias generaciones de Psilidos, para que la plaga deje de transmitir la bacteria HLB.

Otro método seria la aplicación de un gen que les produce inmunidad a las bacterias, para que al ser infectados por bacterias, las bacteriosis, destruyan el sistema inmunológico de los psilidos y les produzcan la muerte”, agregó Hunter.

Hay otros científicos además de Hunter y Wang, que trabajan con la tecnología CRISPR/Cas9 para acatar de manera directa a los psilidos o la bacteria HLB. Este tipo de tecnología cambiará las reglas del juego, además de que los productores de cítricos esperan que resulte en la lucha contra el HLB.

La ingeniería genética convencional comparada con el sistema CRISPR/Cas9 posee características únicas que mejoran los cultivos.

Los cambios genéticos se realizan en genes específicos en sitios nativos del genoma. Los cultivos mejorados con el sistema CRISPR/Cas9 carecen de ADN ajeno, por lo que se pueden comparar en términos genéticos con plantas desarrolladas a través de métodos de fitomejoramiento por mutación, tales como los tratamientos químicos y las radiaciones físicas.

De ser necesario, los genes ajenos se integrarán a sitios genómicos seleccionados minuciosamente para que tengan poco o ningún efecto negativo en otros genes. De manera comprobada es posible dirigir la tecnología a varios genes en un solo experimento, de esta forma, manipular las características genéticas en la que los genes son participes.


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