La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), brindan soluciones a productores de todo el país, fundadas en las investigaciones del programa Modernización de la Agricultura Tradicional (MasAgro), para disminuir y evitar las quemas por actividades agrícolas.
En este sentido MasAgro ha desarrollado acciones y estrategias para fomentar prácticas sustentables en favor del ambiente, desde la implementación de innovaciones sustentables para evitar la quema de residuos y promover el uso eficiente de fertilizantes, hasta la puesta en marcha de prácticas sustentables para el Manejo Agroecológico de Plagas que disminuyen considerablemente el uso de pesticidas.
Destacan las campañas de capacitación y divulgación #CosechandoAguaBajío (Guanajuato y Michoacán), #RetoRastrojo (Guanajuato), #ChiapasNoQuema todas desarrolladas en alianza con gobiernos federal, estatales y locales, asociaciones de productores agrícolas, centros de investigación nacionales y locales, instituciones educativas y sociedad civil, que promueven la agricultura sustentable y contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático.
En Campeche (Calakmul), Chiapas (Ocosingo) y Yucatán (Peto y Yaxcaba) se ha investigado la quema de rastrojo en sistemas tradicionales y se han brindado alternativas sustentables para evitarla, por ejemplo, para el caso específico de condiciones de ladera, se ha propuesto combinar la Agricultura de Conservación (AC) con el sistema de Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), para así aprovechar el rastrojo como cobertura del suelo y mitigar la quema con la presencia de árboles.
Respecto a la quema de rastrojo, con la que se pierde la mayoría del nitrógeno y nutrientes, se deja al suelo sin protección contra lluvias y vientos; y disminuye la cantidad de materia orgánica, en zonas como Pénjamo, Guanajuato, se ha demostrado que un porcentaje del residuo agrícola se puede usar o vender como forraje o como sustrato en invernaderos; también es útil para composteo, para producción de hongos comestibles, así como papel, cartón, combustibles y materiales de construcción.
Las prácticas sustentables son clave para mitigar los efectos del cambio climático, dar respuesta a crisis ambiental y proyectar un futuro saludable para el campo mexicano hacia 2030 y 2050.