Debido a que los productos agrícolas requieren de distintos elementos para su crecimiento como la luz, humedad y calor, es posible sembrar y cosechar en dos ciclos, primavera-verano y otoño-invierno.
Esta temporada del año pertenece al ciclo agrícola primavera-verano, donde:
- En cuanto a la siembra, la primavera es una buena temporada para sembrar porque hay mayor cantidad de luz y calor, lo que permite que las plantas realicen apropiadamente tanto sus procesos químicos como metabólicos y a que se desarrolle un mejor entorno para la reproducción de insectos polinizadores como las abejas.
- En cuanto a la cosecha, durante este ciclo se obtiene una gran parte de la producción del periodo otoño-invierno y una parte de la producción de primavera.
Algunos de los productos que se siembran y se cosechan en el ciclo primavera-verano son granos básicos, hortalizas, frutas, oleaginosas, plantas ornamentales y forrajes, principalmente.