“Un avance se hace evidente cuando todos los sectores están de acuerdo, sobre todo cuando ninguno de los niveles se ve afectados dentro del mercado en el que se realiza su comercialización. Cabe señalar que para que esto ocurra, cada iniciativa tendrá que ser eficiente en su implementación.”
Por: José Luis Solleiro y Olivia Mejía de la Universidad Nacional Autónoma de México
En México, la agricultura orgánica ha tenido un avance significativo que se entiende como un sistema de producción que propicia el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, así como mejora y mantiene la fertilidad de los suelos como de la actividad biológica.
Este método permite producir alimentos libres de residuos químicos, ya que se basa en emplear fertilizantes y plaguicidas libres de sustancias químicas, en el que se mantiene la diversidad genética del sistema y entorno, al igual que la protección al medio ambiente y salud humana.
En esta misma categoría se encuentran los productos de origen animal como la leche, huevo y carne, en el que su origen es de animales alimentados por productos orgánicos; es decir, han pastado al aire libre y no consumieron hormonas o antibióticos.
Los productos orgánicos se pueden identificar por una certificación de carácter obligatorio en el que se asegura la calidad del producto. Dicha certificación se expide por agencias internacionales especializadas y algunas autoridades gubernamentales de México y otros países. Lo que implica imponer un costo adicional al producto además de una certificación rigurosa.
Tanto a nivel internacional como nacional su demanda va creciendo y la tendencia es que continúe así dentro de los siguientes años. Cabe señalar que no todas las estadísticas de estos productos coinciden en relación a los de SAGARPA; ya que México, es el 4º productor a nivel mundial de alimentos orgánicos. Con una superficie de 169,000 has, de las que 88,300 has, han sido certificadas por parte de empresas autorizadas y han beneficiado alrededor de 2.3 millones de productores a nivel nacional.
De acuerdo a una publicación de Mexicampo, en 2012, se había llegado a una superficie de casi 400 mil ha con casi 140 mil productores. De aquí que las cifras, no correspondan y que para diseñar una política de fomento a la agricultura orgánica, lo esencial sea tener datos confiables.
Por otro lado, los cultivos orgánicos dentro del país ascienden a más de 45, destacados por superficie cultivada de café con 48%, aguacate con 15%, hortalizas con 19%, hierbas aromáticas y alimenticias 8%. Donde los estados productores de orgánicos se encuentran: Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Chihuahua y Guerrero.
Los primeros cultivos nacionales y certificados fueron la miel, manzana, aguacate, café, mango, mora azul y vino de mesa.
La producción orgánica del país exporta 85% de esta a mercados de Europa y Estados Unidos. Para 2015, en México, estos productos alcanzaron los 136 millones de dólares, mientras que el 15% es consumido a nivel nacional. Es evidente que este tipo de productos están destinados en su mayoría, a nichos de mercado de consumidores de altos ingresos, que están dispuestos a pagar un precio alto en beneficio a su salud y el ambiente.
En los últimos años la agricultura orgánica se ha convertido en tendencia social de manera paulatina para el país. Donde se ofrece a precios altos como las tiendas de autoservicio y tiendas especializadas, cuyas ventas incrementan entre un 20 y 10 % respectivamente. Mientras que en el mercado local, sigue sin algún avance ya que no existe algún apoyo gubernamental para su comercialización. Es por eso que su consumo local se limita por falta de difusión y precios elevados.
México juega un papel importante a nivel social, ya que es una actividad en la que participan los sectores más pobres del medio rural, grupos indígenas y productores pequeños de escasos recursos. La desventaja a la que se enfrentan, es que los productores no siempre captan la renta derivada del precio alto que pagan los consumidores. Esto insta a mejorar los canales de comercialización para que se beneficie más al productor.
Si bien la producción orgánica en México, está regulada por la Ley de Productos Orgánicos (LPO), certificados por Organismos de Certificación acreditados. Ya que si un productor desea recibir dicho certificado, tiene que realizar prácticas orgánicas durante cierto periodo de acuerdo al tipo de producto de su interés. Verificado bajo estándares de control autorizados y cumplir con los requisitos. Esto hace que los productores accedan a mecanismos eficientes de asistencia técnica y a organismos certificadores que ofrezcan sus servicios a precios más accesibles.
En 2007 Sagarpa instaló el Consejo Nacional de Producción Orgánica (CNPO), de acuerdo con LPO. El cual, es un organismo de consulta de la misma institución así como representante de los productores y agentes sociales relacionados con productos orgánicos. Está integrado por 25 personas de diversos sectores: productores, procesadores, comercializadores, agencias de certificación, consumidores, académicos, investigadores y dependencias como SAGARPA, SEMARNAT, SENASICA, Secretaría de Salud, COFEPRIS, ASERCA, SE y PROMEXICO.
De las que destaca por su función: SENASICA por regular la certificación, acreditación de todos los organismos de certificación, las sustancias o insumos permitidos, restringidos o prohibidos y el etiquetado, entre otros. Mientras que ASERCA realiza campañas de difusión del consumo de productos orgánicos certificados en los mercados nacional como internacional. SAGRAPA- SIAP por su parte, brinda información estadística confiable del sector orgánico en México.
Evidentemente el papel que cumple cada dependencia es importante pero no suficiente al hablar de una política de impulso a este sistema productivo.
El incrementar la producción para disminuir sus costos, implica fortalecer la oferta de servicios tecnológicos para los productores y que las instituciones de investigación realicen proyectos que revitalicen la base científica. Para que esto suceda, debe haber un actuar entre productores autoridades y prestadores de servicios. Además que para aumentar el consumo nacional es primordial que los precios bajen, ya que de esto dependen los costos, al igual que se tiene que mejorar la difusión y comercialización, que resumido en dos conceptos se tiene: innovación y política de fomento.
Referencias
SAGARPA (s/fa), Tecnologías de mitigación, México. http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/cambioclimatico/Tecnologias_mitigacion.pdf
González (s/f), La Agricultura Orgánica en México, Mexicampo,
http://mexicampo.com.mx/la-agricultura-organica-en-mexico/
SAGARPA (2016), Avanza México en la producción de alimentos orgánicos certificados, México, http://www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/distritofederal/boletines/Paginas/JAC0273-23.aspx
Rivera (2016), Agricultura orgánica, Milenio, México.
SAGARPA (s/fb), Consejo Nacional de Producción Orgánica, México, http://www.cnpo.org.mx/presentacion.html