El maguey, esa planta en la que en una de sus pencas está grabado tu nombre y el de tu amada, es el nombre común que reciben los agaves, nombre que hace referencia a algo admirable o noble.
En México, diferentes culturas dieron distintos nombres a esta planta: metl, mecetl (náhuatl), uadá (otomí), doba (zapoteco) y akamba (purépecha). Los españoles usaron la palabra caribeña maguey para nombrarla y así es como este nombre común fue el más difundido.
En territorio mexicano existen 150 variedades de magueyes, de las cuales más del 70 por ciento son endémicas, mismos que siguen alimentando a sus hijos con el aguamiel del que se prepara el preciado pulque, por algo el maguey era considerado una deidad: Mayahuel. Aún hoy, el maguey es la materia prima de las bebidas mexicanas más populares del mundo: el pulque, el mezcal y el tequila.
Otros usos de los agaves de gran importancia son: 1.-cultivo para extracción de fibras como el henequén del que se obtiene productos de aseo personal, hilos, cuerdas, sacos, jarcias, artesanías, hamacas, tapetes y recientemente se está estudiando su posible uso para la fabricación de etanol. También del jugo de henequén puede fabricarse biodetergente para el fregado y lavado, y como emulsionante para combustibles
2.- En algunos países se plantan agaves (por las espinas de sus pencas) como barreras para impedir la intrusión de ladrones, además, la pulpa blanda de las hojas sirve como alimento para el ganado.
3.- Finalmente tenemos al agave como planta ornamental, porque una de sus ventajas es su poco requerimiento de agua, entre estas destacan las variedades: attenuata, filifera, potatorum, parryi, pumila, victoriae-reginae, todos ellos de gran belleza.
La identificación del valor patrimonial de los magueyes de las diferentes regiones de México se sustenta en la historia, en la tradición misma de su aprovechamiento y constituyen importantes manifestaciones del patrimonio cultural intangible del pueblo mexicano.