Un joven que práctica actividades agrarias cuenta con muchas ventajas, entre ellas, favorecer al desarrollo de la sociedad.
Los jóvenes rurales al participar en el proceso de producción de los alimentos en el campo, generan ingresos económicos y adquieren tanto conocimientos como habilidades que fortalecen su aprendizaje y desempeño laboral.
Asimismo, es importante mencionar que su ámbito es un gran generador de empleos que aportan crecimiento a nuestro país.
La agricultura es una actividad que los jóvenes urbanos también pueden ejercer profesionalmente, ya que es una vía que además de brindarles la oportunidad de jugar un rol fundamental en el avance social, les permite desenvolverse en un sector exitoso a largo plazo y no sufrir el estrés de las grandes ciudades.
Por ello, cada día más instituciones de educación media superior incluyen actividades que acerquen a los jóvenes a la producción de alimentos, con la intención de que conozcan y valoren el esfuerzo que esto implica.