El látex que se extrae de las ramas del árbol de mamey se utiliza generalmente como insecticida y protector de la piel contra mosquitos.
Se originó en las selvas mexicanas del sur y de América Central. En lengua náhuatl se le llamó atzapotlcuahuitl.
De la familia Sapotaceae, el mamey o zapote mamey presenta una apariencia ovoide y textura rugosa, delgada y café claro con tonalidades rosas. La pulpa en su interior es de color salmón y sabor dulce. Además de utilizarse en la gastronomía para preparar bebidas frescas, postres y hasta saborizantes de licores, se usa igualmente en la medicina y cosmética.
Como producto medicinal, ayuda a curar heridas y prevenir la diarrea, dolores de estómago, inflamación de los bronquios, problemas de visión y cardíacos, Alzheimer y cáncer. Asimismo, su uso cosmético, en forma de crema y champú, permite eliminar barros y espinillas, infecciones en el cuero cabelludo y caída del cabello, respectivamente. También beneficia el crecimiento del pelo y pestañas.
El árbol en el que se reproduce es de gran altura (puede alcanzar los 30 metros) y adaptable al clima tropical y subtropical. Crece mejor en suelos arenosos, lodosos, profundos, sueltos, sin encharcamientos y con buena fertilidad. Cabe agregar que sus frutos maduran rápidamente durante los meses de abril y mayo.
La producción total en México, donde el estado de Yucatán es su principal productor, supera las 17 mil toneladas. Lo anterior obedece a una fuerte demanda comercial a nivel nacional, ya que es un alimento tradicional y de enorme valor nutricional.