La palabra chayote proviene del náhuatl hitzayotli, que significa: calabaza espinosa y México es centro de origen y domesticación de esta hortaliza.
El chayote fue cultivado extensamente en Mesoamérica por las civilizaciones maya y azteca; posteriormente dispersado por todo el mundo durante la colonización española. Aunque la ubicación de su origen no es precisa, su domesticación se ha situado en México y Centroamérica.
Sus propiedades nutritivas y medicinales, han convertido al chayote en una hortaliza de mucha demanda, en nuestro país, se cultiva en grandes cantidades, siendo la Región Golfo Centro líder en la producción de la variedad cáscara lisa sin espinas.
El chayote es un alimento con pocas calorías, sin colesterol ni grasas saturadas, es además, una excelente fuente de fibra dietética, también contiene altos niveles de potasio que ayudan a balancear los efectos del sodio, lo cual evita la hipertensión. El chayote es excelente fuente de vitamina C, B9, B2 y hierro.
Los usos del chayote no se limitan a la gastronomía, sus aportes van desde el uso medicinal como auxiliar en el tratamiento de diversas dolencias y enfermedades, hasta la fabricación artesanal de cestas y sombreros.
En México se realizan varios proyectos con la finalidad de aumentar la vida útil de los frutos a través de la deshidratación, lo que ha generado la producción de mermeladas, y orejones de chayote los cuales se aprovechan como verdura después de cierto tiempo.