- Llegan nuevas características al mercado. América del norte aprobó dos generaciones de papas Innate® con resistencia a las magulladuras y a la oxidación y las manzanas Artic®, que no se oxidan.
- Dos nuevos estudios evidencian el aumento en la adopción de los cultivos biotecnológicos en casi cinco millones de hectáreas durante 2017, asi como sus beneficios ambientales y sociales.
En 2017 el área de cultivos genéticamente modificados aumentó en casi cinco millones de hectáreas como una consecuencia del alza en las ganancias por los elevados precios de las materias primas, la mayor demanda de los mercados, tanto locales como internacionales, y la disponibilidad de tecnologías para semillas. Gran parte de esta adopción se da en países en desarrollo como Brasil, Bolivia, México, Colombia, Honduras, India, Pakistán, Sudán, Vietnam y Bangladesh, quienes aportan el 53 por ciento del área de cultivos genéticamente modificados en todo el mundo.
Así lo reportan el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA, por su sigla en inglés) y PG Economics, Ltd. quienes publicaron dos nuevos estudios respectivamente: “Situación mundial de los cultivos biotecnológicos y modificados genéticamente comercializados en 2017” y “Efectos socioeconómicos y medioambientales de los cultivos modificados genéticamente entre 1996 y 2016”.
Graham Brookes, director de PG Economics y coautor del artículo sobre los efectos socioeconómicos y medioambientales, señala que “durante más de 20 años y hasta la actualidad hemos visto cómo la adopción de los cultivos modificados mediante biotecnología en los países en desarrollo ha contribuido a obtener rendimientos más elevados, productos más seguros y mayores ingresos, lo que ayuda a disminuir la pobreza, el hambre y la desnutrición en algunas zonas del planeta más proclives a sufrir ese tipo de problemas”.
Entre 1996 y 2016, PG Economics informó que a partir de los cultivos modificados genéticamente se obtuvieron ganancias de $186.1 mil millones para unos 17 millones de agricultores, muchos de los cuales eran mujeres o pequeños agricultores responsables del único sustento de sus familias y comunidades.
Aportes medioambientales de la biotecnología
“Los cultivos biotecnológicos ofrecen ventajas para el medioambiente, la salud de las personas y los animales, y contribuyen a mejorar las condiciones socioeconómicas de los agricultores y del público en general”, señaló el presidente del Consejo Directivo de ISAAA, Paul S. Teng. “La reciente producción de cultivos modificados mediante biotecnología de última generación, como manzanas y papas que no se deterioran ni se dañan, la piña superdulce enriquecida con antocianina, el maíz con mazorcas de mayor biomasa y altos niveles de amilosa, y la soja con contenido modificado de aceite, combinados con la autorización para comercializar caña de azúcar resistente a los insectos, permite ofrecer más variedad a los consumidores y los productores de alimentos”.
Los estudios indican que se han hecho grandes avances para reducir la huella de carbono de la agricultura, atenuar el cambio climático y adaptar los cultivos a dicho cambio. El último estudio de PG Economics destaca cómo el uso de la biotecnología en la agricultura sigue colaborando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Beneficios nutricionales de la biotecnología
Cada vez son más los agricultores que adoptan los cultivos biotecnológicos con características de calidad nutricional para contrarrestar el efecto de deterioro nutricional provocado por el cambio climático en ciertos cultivos. Otro aspecto que promueve el aumento de estos cultivos puede estar vinculado con la investigación realizada por organizaciones del sector público sobre arroz, bananas, papas, trigo, garbanzos, guandú y mostaza con características de calidad nutricional benéficas para los productores de alimentos y para los consumidores de los países en desarrollo. Los estudios1 demuestran que el cambio climático puede reducir de manera considerable el contenido de proteína, zinc y hierro de los cultivos básicos, lo que pondría a 1.4 mil millones de niños en riesgo de presentar deficiencias de hierro significativas para 2050.
Para 2017, ISAAA también informa que hubo mejoras en la disponibilidad comercial y en la plantación de frutas y verduras modificadas mediante biotecnología con beneficios directos para los consumidores. Dos generaciones de papas Innate® recibieron la aprobación de EE. UU. y Canadá, una con resistencia a las magulladuras y a la oxidación, y menor contenido de acrilamida y la otra con las características mencionadas anteriormente, además de bajos niveles de azúcares reductores y protección contra pestes en etapas tardías. En EE. UU. también se aprobaron las manzanas Arctic®, que no se oxidan y en Bangladesh, las berenjenas Bt. Todos estos productos son más sostenibles para los consumidores y también para el medioambiente.
Otros aspectos de la biotecnología que destacan los estudios:
- En 2016, la reducción de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con los cultivos a partir de la reducción del uso de combustible y la captura adicional de carbono en el suelo fueron equivalentes a la eliminación de 16.75 millones de automóviles de las carreteras.
- En 2016, los agricultores de los países en desarrollo recibieron $5.06 por cada dólar adicional invertido en semillas modificadas mediante biotecnología, mientras que los agricultores de países desarrollados recibieron $2.70 por cada dólar adicional invertido en estas semillas.
- El área destinada a cultivos modificados genéticamente o biotecnológicos en todo el mundo siguió aumentando en 2017, hasta alcanzar los 189.8 millones de hectáreas en comparación con los 185.1 millones de hectáreas en 2016.
- Los países que adoptaron la soja modificada mediante biotecnología en un nivel superior al 90 por ciento fueron EE. UU., Brasil, Argentina, Paraguay, Sudáfrica, Bolivia y Uruguay; en cuanto al maíz genéticamente modificado, los países que mostraron un nivel de adopción del 90 por ciento o superior fueron EE. UU, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países que adoptaron el algodón genéticamente modificado en un nivel que alcanza o supera el 90 por ciento son EE. UU., Argentina, India, Paraguay, Pakistán, China, México, Sudáfrica y Australia; y por último, los países que adoptaron la canola genéticamente modificada en un 90 por ciento o superior son EE. UU. y Canadá.
[1] Smith, M. R., C. D. Golden, y S. Myers (2017), Potential rise in iron deficiency due to future anthropogenic carbon dioxide emissions, GeoHealth, 1, 248–257, https://doi.org/10.1002/2016GH000018 y D. E. Medek, S. Meyers y J. Schwartz (2017), Estimated Effects of Future Atmospheric CO2 Concentrations on Protein Intake and the Risk of Protein Deficiency by Country and Region, https://doi.org/10.1289/EHP41