Organismos internacionales (OI’s) relacionados con el tema agroalimentario dieron a conocer el reporte titulado "Crecimiento de la Productividad Agrícola Sustentable y Reducción de la Brecha para Pequeñas Unidades de Producción”.

El objetivo del reporte, elaborado a invitación de la Presidencia de México del G-20, fue coadyuvar en la definición de estrategias de política del Grupo de Agricultura del G20 para apoyar el crecimiento de la productividad agrícola de forma sostenible en los países en desarrollo, considerando las necesidades específicas de los pequeños productores y la competencia creciente de los recursos naturales entre la agricultura y otros usos, así como la presión demográfica y la incertidumbre asociada al cambio climático. En su momento, los resultados del reporte fueron presentados dentro del proceso del G-20 al Grupo de Trabajo de Desarrollo, a los Viceministros de Agricultura y a los Sherpas.

México invitó a Organismos Internacionales a elaborar este reporte para definir estrategias de política respecto a la prioridad de su Presidencia del G-20 en el tema agrícola: incrementar la producción y la productividad de manera sustentable. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE, por sus siglas en inglés) coordinaron los esfuerzos de doce OI’s[1] participantes.

Con base en evidencia y tendencias respecto a la producción, productividad, escasez de recursos, inversión, Investigación y Desarrollo (I&D), así como en los Sistemas de Innovación Agrícola (AIS, por sus siglas en ingles), el reporte analiza una serie de temas y presenta recomendaciones sobre acciones concretas de política pública. Dichas políticas se centran en: a) crear un entorno normativo favorable b) mejorar los AIS, reforzando la I&D y c) incrementar el acceso a los mercados a fin de cerrar la brecha de las pequeñas unidad de producción.

Los OI´s destacan el reto que enfrentan los gobiernos en desarrollar un marco normativo coherente que facilite y estimule a todos los actores del sector agrícola, incluyendo a los pequeños productores y al sector privado, para invertir y promover la acumulación de capital productivo, intelectual, humano y natural. En este sentido, se resalta la importancia de continuar invirtiendo en el sector agrícola particularmente en I&D. De manera paralela, el reporte hace un llamado para apoyar a los países en vías de desarrollo en la adopción de estrategias de inversión.

Se reconoce el rol que tiene el sector privado en la mejora de la productividad agrícola, por lo cual se exhorta a los gobiernos a establecer políticas que mejoren el entorno de negocios que incentiven la inversión privada en el sector. Para ello, los OI’s recomiendan establecer una plataforma de inversión público-privada que busque el incremento de la productividad de manera sustentable.

El reporte enfatiza la necesidad de mejorar la vinculación entre las iniciativas nacionales e internacionales respecto a la inversión, especialmente en el intercambio de conocimientos, programas de desarrollo de capacidades, así como fortalecer los AIS en los trópicos.

Asimismo, invita a los países miembros del G20 a apoyar la Plataforma de Agricultura Tropical (TAP por sus siglas en inglés), así como a enfocar esfuerzos en I&D en los cultivos y ganadería que son importantes para los pequeños agricultores, considerando los sistemas nacionales y regionales de investigación. También se plantea la necesidad de fortalecer el intercambio de conocimientos y asistencia técnica para el mejoramiento de los AIS en los países en desarrollo.

Igualmente, el reporte analiza el potencial de los Mecanismos de Atracción de la Inversión para la Investigación y el Desarrollo Agrícola (Agricultural Pull Mechanism-APM), los cuales se plantean como fondos con un enfoque de “atracción” para resolver fallas de mercado en la agricultura, otorgando incentivos para el involucramiento del sector privado en el desarrollo de productos novedosos y proyectos de investigación, principalmente en países menos adelantados.

Además, se recomienda establecer políticas enfocadas en reducir costos o generar incentivos para que los pequeños productores adopten insumos mejorados de manera coherente con los objetivos nacionales sobre agricultura sustentable y que aseguren el uso razonable de los recursos naturales, en aras de alcanzar las metas sobre desarrollo sustentable y crecimiento verde.

En otro orden, se establece que el aseguramiento contra riesgos climáticos presenta efectos directos sobre la productividad agrícola, lo cual permitiría acceder a mercados con mayor valor agregado, mejor tecnología y crédito. Ante ello, se recomienda redoblar esfuerzos para que los pequeños productores tengan acceso a opciones para la administración de riesgos, basada en los compromisos e iniciativas del G-20, incluyendo el desarrollo de una Plataforma para la Administración de Riesgos Agropecuarios.

También se señala que la educación técnica y vocacional es necesaria para mejorar las habilidades y capacidades de los pequeños productores e introducirlos en técnicas y tecnologías sustentables, para lo cual se sugiere la integración de la educación agropecuaria y la agenda de la agricultura sustentable.

Aunado a lo anterior, el reporte recomienda que los gobiernos del G-20 apoyen la generación de redes de protección social eficientes y bien definidas, para contribuir en el mejoramiento de la nutrición y el bienestar de la población, así como el incremento de la productividad, tomando en consideración la importancia y necesidades la mujer en el desarrollo rural.

**El reporte completo está disponible en la siguiente liga:  http://www.sagarpa.gob.mx/G20/Documents%20G20/G20%20agricultural%20productivity%20draft%20report_Publication.pdf