• El Secretario Ejecutivo del Organismo, Ariel Álvarez Morales, indicó que a través de la biotecnología se logra un crecimiento de la producción del campo, en beneficio de los agricultores, en especial los de autoconsumo.
En México se invierten anualmente alrededor de dos mil 500 millones de pesos para impulsar la investigación biotecnológica y existen 150 institutos dedicados a esta disciplina, en donde colaboran tres mil 100 científicos que desarrollan 546 programas en biociencias aplicadas.
En lo que corresponde al sector agropecuario, a través de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad del los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), se incentiva la labor científica para el desarrollo de nuevas variedades de cultivos capaces de adaptarse a cambios climáticos, como heladas y sequías, aseguró el Secretario Ejecutivo del Organismo, Ariel Álvarez Morales.
En la Comisión convergen seis dependencias del Gobierno Federal, entre ellas la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), enfocadas en alinear estrategias en materia de biotecnología, en colaboración con centros de investigación y universidades para el desarrollo de programas que impulsen la labor científica, subrayó.
Durante el Tercer Taller Nacional de Formación de Reporteros sobre Biotecnología y Bioseguridad, organizado por la CIBOGEM, el Secretario Ejecutivo del Organismo indicó que mediante la biotecnología se logra un crecimiento en la producción del campo, en beneficio de los agricultores, en especial los de autoconsumo.
“Divulgar los temas científicos y dar las herramientas adecuadas para el conocimiento como la biotecnología y la bioseguridad, es un factor a desarrollar a través de talleres como el que hoy se presenta, de esta manera generamos información que pueda llegar al público general y que sea de fácil comprensión”, indicó.
En su participación, la Directora Técnica de Información y Fomento a la Investigación del CIBIOGEM, Sol Ortiz, resaltó el papel del Gobierno Federal al generar reglamentos que fomenten la investigación en materia de biotecnología, así como los lineamientos para el desarrollo de cultivos que incrementen la producción y sean tolerantes a las condiciones meteorológicas.
Destacó la importancia de establecer leyes en materia de bioseguridad: en el caso de México, agregó, a partir del 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM’s), misma que regula la investigación científica y tecnológica con OGM’s para garantizar que cumplan con los requerimientos de calidad que exige la normatividad mexicana.
A nivel internacional, explicó, México se encuentra, junto con otros 160 países, inscrito en el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, que entró en vigor el 11 de septiembre del 2003, el cual tiene como objetivos la conservación de la biodiversidad, el acceso adecuado a los recursos genéticos y el reparto justo y equitativo de sus beneficios.
En tanto, el Director de Vinculación de la Secretaría de Economía, Mauricio García Velasco, subrayó la importancia de la generación de capacidades y herramientas para el desarrollo de la biotecnología, que representa el motor para la industria y el desarrollo económico sustentable.
En el Taller también participaron el Titular del Laboratorio de Cultivos Vegetales del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, José Luis Cabrera Ponce; la investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del CINVESTAV, Beatriz Xoconostle Cázares; la Gerente de Propiedad intelectual del Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Carolina Roa Rodríguez, y el Columnista Martín Bonfil.
