• A través del Programa Trópico Húmedo, se dio inicio a este proyecto, con una inversión de 100 millones de pesos en una primera etapa.
• El Proyecto Maya Biosana considera, en total, la siembra de cuatro millones de árboles de este tipo, con recursos superiores a los 400 millones de pesos.
• El Proyecto Maya Biosana considera, en total, la siembra de cuatro millones de árboles de este tipo, con recursos superiores a los 400 millones de pesos.
Con la plantación de un millón de árboles de cacao orgánico y una inversión de 100 millones de pesos, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) puso en marcha la primera fase del Proyecto Maya Biosana que convertirá a México en el mayor productor de cacao orgánico del continente americano.
El Coordinador del Programa Trópico Húmedo (PTH), Pedro Ernesto del Castillo Cueva, en representación del titular de la SAGARPA, Francisco Mayorga Castañeda, sembró el primer árbol en el Ejido Los Divorciados, ubicado a 112 kilómetros de Chetumal, y explicó que cada fase (de las cuatro en las que se realizará el proyecto) requerirá de 100 millones de pesos en tecnología de riego.
Detalló que este programa estima sembrar cuatro millones de árboles de cacao orgánico con una inversión total de 400 millones de pesos en la región sur-sureste del país.
Explicó que el impulso a este proyecto se dio luego de que la empresa Maya Biosana, promotora del mismo, solicitó el apoyo del Programa Trópico Húmedo para la producción de planta y el establecimiento de 500 hectáreas correspondientes a la primera etapa.
El modelo de producción será con sistemas de riego, lo que permitirá obtener altos rendimientos, bajos costos de operación y mermas mínimas; se estima un rendimiento de casi 2.5 toneladas por hectárea del grano.
Del Castillo Cueva explicó que con la participación del PTH el proyecto de inversión integral tiene como principal objetivo el desarrollo del cultivo de cacao orgánico tipo criollo para la manufactura de chocolates de alta calidad, mediante una planta de transformación establecida dentro de la misma plantación.
Esta superficie representa un modelo de producción sustentable, que incorporará a las comunidades marginadas de la zona, lo que fomenta el desarrollo de la región, reduce los niveles de pobreza y garantiza el abasto del cacao orgánico con la calidad requerida.
Dentro de este esquema de apoyo a las comunidades de la zona, se creará la Fundación Maya Biosana que proporcionará educación y salud a los trabajadores y a sus familias en sus ejidos.
El responsable del PTH detalló las características del proyecto Maya Biosana: uso de tecnología internacional para el cultivo y cosecha del cacao; sistema del cultivo orgánico; sistema de plantación y gestión intensivas, y sistema de riego de temporal computarizado por micro-aspersión, que posibilitará el control de enfermedades y plagas provocadas por el exceso de humedad.
El plantío se desarrollará con árboles genéticamente “superiores” (en producción y resistencia a plagas y enfermedades). Se creará un jardín botánico para conservación, estudio y divulgación de plantas endémicas de la región.
El propósito del Programa Trópico Húmedo de la SAGARPA, comentó Del Castillo Cueva, es ampliar el espectro de siembra de productos altamente rentables para los productores en las zonas tropicales.
En el proyecto Maya Biosana se dedicaron dos años de investigación física del agua y de la tierra en 25 sitios de Tabasco y Quintana Roo, y fue en el Predio Los Divorciados donde se encontraron las mejores condiciones para encaminar este programa.
Asimismo, generará un importante número de fuentes de empleo agrícolas. Al terminar la cuarta fase, se estará ocupando a por lo menos dos mil personas; será motor económico para 12 comunidades de la región y proporcionará oportunidades para la creación de nuevos negocios para satisfacer las necesidades de la plantación.
Adicionalmente, se otorgará capacitación técnica y tecnológica y se apoyará a productores independientes de cacao. Existe potencial para desarrollar 300 hectáreas para la producción independiente.
El proyecto, primero en su tipo, contempla una asociación en la cual se comparten los ingresos con el ejido Maya local, a través de un programa de aportación que incluye la promesa de que la empresa proveerá de empleos a los miembros del ejido.