• El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que este resultado, que compara el año de 2018 con el cierre de 2021 (reportado en 2022), refleja el impacto que tiene en el campo mexicano el programa Fertilizantes para el Bienestar y el beneficio entre los agricultores, al vender sus excedentes en los mercados de la región.
• El programa prioritario de la dependencia federal se aplicó en la entidad por primera vez en 2019 bajo un esquema piloto, con la atención inicial a 278 mil 574 productores de pequeña escala, número que en 2021 se elevó a alrededor de 334 mil, cifra similar a la de 2022.
• En 2022 se logró que del total de beneficiarios de Fertilizantes para el Bienestar, 55 por ciento correspondiera a productores de localidades con población indígena y el 41 por ciento a mujeres rurales. En Guerrero el indicador correspondiente a agricultoras ha sido el más alto, con 48 por ciento.
• Con la ampliación del programa a nivel nacional, el Gobierno de México fortalece sus acciones de rescate del campo y se anticipa oportunamente ante posibles escenarios globales adversos que pudieran incrementar el precio del insumo o incluso su desabasto, subrayó el titular de Agricultura.
El programa Fertilizantes para el Bienestar, que este año se amplía a las 32 entidades del país, logró que en Guerrero aumentara la producción de maíz en aproximadamente 190 mil toneladas entre el año 2018 y el cierre de 2021 (que se reporta en 2022), lo que representa ingresos para los productores del estado y contribuye a tener mayor volumen de este grano básico para el abasto nacional.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, detalló que en 2018 la entidad cosechó casi un millón 271 mil toneladas, pero con la entrega gratuita, directa y oportuna de este insumo a los agricultores del estado la cifra permitió superar el millón 460 mil toneladas en 2021.
Resaltó que Fertilizantes para el Bienestar, un programa prioritario de la Secretaría de Agricultura, se aplicó por primera vez en 2019 bajo un esquema piloto en Guerrero, con la atención a 278 mil 574 productores de pequeña escala e impacto en 473 mil 885 hectáreas. En 2021, el número de beneficiarios se elevó a alrededor de 334 mil, para un apoyo equivalente a 505 mil hectáreas (95.8 por ciento maíz).
En 2018, dijo, Guerrero observó un volumen de un millón 271 mil toneladas, un año después fue de un millón 292 mil toneladas, mientras que en 2020 se alcanzó un incremento significativo, con una producción de un millón 419 mil toneladas y en 2021 un millón 460 mil toneladas, lo que confirma una tendencia al alza. Lo correspondiente a 2022 se conocerá en marzo de este año.
La operación del programa Fertilizantes para el Bienestar refleja el impacto que trae el uso de este insumo en el campo mexicano, lo que contribuye a disminuir la dependencia de las importaciones de este grano y permite a los agricultores obtener ingresos, ya que pueden vender los excedentes de sus cosechas en los mercados de la región, destacó el funcionario.
Expresó que, con la ampliación del programa a nivel nacional este 2023, el Gobierno de México fortalece sus acciones de rescate del campo y se anticipa oportunamente ante posibles escenarios globales adversos que pudieran incrementar el precio del insumo o incluso su desabasto.
Comentó que en 2020 se incorporaron a este programa estratégico los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala, lo que sumó un total de 329 mil 963 agricultores y 505 mil 187 hectáreas, mientras que en 2021 continuó el trabajo en los cuatro estados, con atención a 394 mil 884 productores en 602 mil 628 hectáreas.
Villalobos Arámbula expuso que el año pasado, Fertilizantes para el Bienestar se amplió a nueve estados, con la incorporación de Chiapas, Oaxaca, Durango, Nayarit y Zacatecas y el establecimiento de la cobertura en un millón 053 mil 430 hectáreas, en beneficio de 823 mil 968 productores.
Afirmó que estos logros son posibles con la aplicación del insumo en cantidades adecuadas, de forma oportuna y manejo correcto, con el acompañamiento, asistencia técnica y análisis de suelos por parte de la Secretaría, lo que abona a la estrategia de seguridad alimentaria del Gobierno de México.