La apicultura es de gran importancia en México, su principal producto, la miel, es apreciada en el mundo por sus cualidades, además de ser un sustento en la economía familiar y social.
Entre muchas cosas a considerar en el desarrollo de la actividad y para obtener la miel de calidad hay que ubicar el colmenar en lugares donde además de fuentes cercanas de néctar y polen, cuenten en sus cercanías con una fuente de agua limpia, a fin de reducir el esfuerzo que las abejas deban realizar para encontrar el preciado líquido.
En el mismo sentido, aunque las abejas encontrarán comida en casi cualquier sitio, podemos ayudarlas ubicando los apiarios en terrenos con monte bajo, con bosques y praderas naturales en las que abunden: la lavanda, mejorana y las variedades abiertas de dalias, también petunias, margaritas, claveles, geranios, caléndula, y girasoles.
Por si no sabías ¡las abejas aman las hierbas!, como la menta, lavanda, romero, albahaca, tomillo. También les gustan las flores de pepinos, cebolla, cebollín, calabazas, brócoli y coliflor; de los frutales prefieren manzano cerezo; un arbusto de moras es excelente opción.
Las variedades de miel que existen depende de la procedencia de la flor o arbusto y de la época en que se recolecte, así tenemos mieles de primavera, se producen a finales de mayo, la miel principal, entre junio y julio, y la miel tardía, entre agosto y septiembre.
A su vez se diferencian como multiflorales (diversas flores), monoflorares (una sola flor) y miel de bosque (obtenidas a partir de la hoja de árboles como el pino, el abeto, castaño).
En México, al año se producen más de 57 mil toneladas de este dulce producto. En cuanto a los estados productores, destacan Yucatán y Campeche, en donde al igual que en otros estados, se realizan buenas prácticas para asegurar la calidad de su producto. Por ello, la miel producida en México es una de las más cotizadas en el mundo.