Chinampas de Xochimilco y Tláhuac son una fuente importante de alimentos frescos para una de las ciudades más pobladas del planeta.
El sistema agrícola Chinampero de la Ciudad de México es uno de los trece nuevos entornos paisajísticos celebrados como Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
El sistema agrícola de chinampas es un conjunto articulado de islas flotantes artificiales, construido de forma tradicional basado en sabiduría oral transmitida desde la época de los aztecas.
Las chinampas ubicadas en Xochimilco y Tláhuac comprenden más de dos mil hectáreas en las cuales trabajan cerca de 12 mil personas cultivando principalmente hortalizas y flores, incluyendo 51 especies agrícolas domesticadas y 131 especies de plantas ornamentales.
El sistema se destaca por tener una gran biodiversidad: Alberga el 2% de la biodiversidad mundial y el 11 % de la biodiversidad nacional con 139 especies de vertebrados, 21 especies de peces, seis anfibios, 10 especies de reptiles, 79 de aves y 23 especies de mamíferos.
Destaca también por preservar conocimientos y tecnologías agrícolas ancestrales, pues los agricultores chinamperos conservan técnicas tradicionales de cultivo prehispánicas que se han transmitido de manera oral: en las chinampas aún se pueden encontrar cuatro de los cinco principales cultivos usados por los aztecas: maíz, frijol, calabaza y amaranto.
Las chinampas son una fuente importante de alimentos para una de las ciudades más pobladas del planeta, generando 40 mil toneladas de producción agrícola al año
Además, estas comunidades han demostrado poseer una enorme resiliencia, con una gran capacidad de adaptación frente a cambios como la urbanización, convirtiéndose no sólo en zona productiva, sino también de interés turístico y cultural.
Se trata de un paisaje agroecológico único con 406 kilómetros de canales que provee múltiples servicios ecosistémicos a la Ciudad de México y que sabe hacer uso de especies como el sauce nativo –ahuejotes- como cercos vivos, barreras contra el viento y hábitat para insectos y aves.
El patrimonio agrícola mundial de la FAO comprende 50 paisajes extraordinarios
Los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial incluyen la gestión de ecosistemas en los que el uso del agua, la salud del suelo y otros factores medioambientales están intrincadamente vinculados, a menudo en formas que requieren reglas de gobernanza social específicas en lo que se refiere a la tenencia, la asignación de recursos y la mano de obra.
La idea es llamar la atención sobre formas únicas e ingeniosas en que se ha alcanzado la sostenibilidad en la actividad humana más básica, convirtiendo los recursos naturales en sistemas alimentarios viables.
Por ello se pretende fomentar su conservación dinámica y permitir que los pequeños campesinos que ayudaron a crearlos -y actúan como custodios de este legado-, mantengan viva su herencia frente a nuevos desafíos, como la urbanización y el cambio climático.
La evidencia indica por ahora que la designación de estos sitios como patrimonio agrícola mundial puede ayudar a conservar la biodiversidad y salvaguardar variedades de cultivos en peligro, lo que beneficia a la seguridad alimentaria a nivel mundial, y permite revitalizar las culturales locales, crear empleo y promover el turismo.