Viceministros de Agricultura del G-20 y representantes de organismos internacionales abrieron hoy los trabajos preparatorios para alcanzar acuerdos que permitan enfrentar de manera coordinada los retos económicos, sociales y ambientales del sector agropecuario y de la alimentación en el mundo y, en específico, traducirlos en recomendaciones para la Reunión de Líderes, a realizarse en julio próximo.
 
Los participantes en esta reunión, que se efectúa en la ciudad de México, desarrollarán una agenda de trabajo de dos días para revisar la instrumentación de los compromisos que se establecieron en el Plan de Acción de Francia (sobre volatilidad de precios y agricultura), en el Plan de Acción Multianual de Seúl y, en particular, en la Cumbre de Líderes del G-20, celebrada en Cannes, en 2011.
 
Las deliberaciones también se orientarán en el desarrollo de nuevas iniciativas que fortalezcan los acuerdos referidos para incrementar la productividad y la producción agropecuaria, en especial la de los pequeños productores.
 
En el inicio de los trabajos, la Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Lourdes Aranda, enfatizó la voluntad de México para establecer una agenda del G-20 que refleje tanto la continuidad con los trabajos realizados durante las presidencias anteriores, como los nuevos desafíos para la coordinación de políticas que se desprenden de las perspectivas y efectos globales para este año y el siguiente.
 
Destacó que México, en su calidad de Presidente del G-20, aprovechará el camino ya avanzado durante el año pasado para cumplir con los compromisos adquiridos previamente, y buscará avanzar en la agenda agroalimentaria con la introducción de criterios de sustentabilidad ambiental y de crecimiento verde.  

  “Deseamos que esta primera reunión alcance los resultados sustantivos que nos permitan llegar a la Cumbre con propuestas concretas en materia de agricultura y seguridad alimentaria, y redunden en un mayor bienestar y calidad de vida para los ciudadanos del mundo”, mencionó.
 
Por su parte, el Subsecretario de Agricultura de México, Mariano Ruiz-Funes, señaló que “el G-20 es un mecanismo idóneo para analizar experiencias, orientar prioridades y acordar soluciones tangibles a los principales retos globales. El de la seguridad alimentaria no es menor”.
 
Agregó que “el G-20 debe ser un facilitador de las transformaciones que requiere la agricultura mundial, generando sinergias entre todos sus actores y asumiendo el compromiso de la cooperación internacional”.
 
El Subsecretario Ruiz-Funes subrayó que en años recientes la volatilidad de los precios de los productos agropecuarios, la demanda creciente de alimentos, las variaciones de los patrones de consumo, así como los efectos del cambio climático y el deterioro de los recursos naturales, colocan a la seguridad alimentaria como uno de los temas más relevantes de la agenda internacional.
 
Asimismo, señaló que desde la reunión ministerial de agricultura, que se llevó a cabo en junio de 2011 en Francia, el G-20 adoptó importantes iniciativas, entre las que destacan: desarrollar proyectos conjuntos en materia de investigación y desarrollo, como la Iniciativa de Trigo; mejorar la disponibilidad y calidad de la información de los mercados agropecuarios, mediante la creación del Sistema de Información de Mercados Agrícolas (AMIS), y fortalecer la coordinación de políticas públicas.
 
Ante ello, mencionó que es imperativo que el G-20 continúe construyendo sobre la base de esos esfuerzos, por lo que “la propuesta de México es que la parte fundamental del trabajo de esta reunión se enfoque a perfeccionar las iniciativas existentes y a asegurar que se traduzcan en acciones concretas”.
 
En ese marco, agregó, el G-20 debe contribuir con recomendaciones específicas para aumentar la oferta, disponibilidad y acceso a los alimentos, mediante el incremento de la productividad agropecuaria a nivel global, de manera sustentable e incluyente.
 
- Participan organismos internacionales con recomendaciones -
  
El Subsecretario de Agricultura explicó que con el fin de concretar las iniciativas de la pasada Presidencia de Francia del G-20, México solicitó a los organismos internacionales un reporte y recomendaciones para impulsar la actividad agropecuaria mundial de manera sustentable, con especial énfasis en pequeñas unidades familiares de producción.
 
Subrayó que se solicitó a los países del G-20 que establecieran sus prioridades en torno a esas iniciativas y a los trabajos actuales, identificando coincidencias respecto a la importancia de la investigación, la innovación y la transferencia de tecnología, como vehículos para incrementar la productividad agropecuaria, acerca del papel de los gobiernos para crear un entorno favorable a la inversión en el sector y a la generación de alianzas público-privadas.
 
Estos, acotó, son insumos importantes que deberán materializarse en recomendaciones para los Líderes del G-20, quienes se reunirán en Los Cabos, Baja California Sur, en julio próximo.
 
México ha propuesto cuatro ejes para enmarcar esas recomendaciones:
 
• Promover la innovación, investigación y transferencia de tecnología, principalmente orientadas a pequeños productores;
• Fomentar alianzas público-privadas para fortalecer la inversión;
• Facilitar la adopción de criterios de sustentabilidad y manejo de los recursos naturales, y
• Fortalecer la difusión y creación de instrumentos de manejo de riesgos de mercado, climatológicos y sanitarios.
 
Para alcanzar estos objetivos, se requiere una estrecha colaboración internacional, por lo que los gobiernos deben promover un entorno institucional que otorgue certidumbre a la inversión e incentivos para la participación del sector privado en la agricultura, en un marco de corresponsabilidad para adoptar prácticas sustentables y facilitar la inclusión de pequeños productores.
 
Durante la apertura de trabajos, también participaron el Director de la División de Comercio y Mercados de la FAO, David Hallam, así como el Director de Comercio y Agricultura de la OCDE, Kenneth Ash, quienes coincidieron en la necesidad de establecer líneas de acción conjuntas entre gobiernos y organismos para garantizar la seguridad alimentaria a nivel global.
 
Establecieron  que el tema de la agricultura y la alimentación es un asunto estratégico que ocupa un lugar clave en la agenda mundial, por lo que el buen desarrollo y alcance de objetivos y compromisos en estos foros es de vital importancia para enfrentar los retos en la producción de alimentos.
 
Destacaron la iniciativa de México, a través de su Presidencia del G-20, de incluir en la agenda de trabajo temas actuales como la agricultura familiar; innovación, investigación y transferencia de tecnología; alianzas público-privadas para fortalecer la inversión; adopción de criterios de sustentabilidad y manejo de los recursos naturales, y difusión y creación de instrumentos de manejo de riesgos de mercado, climatológicos y sanitarios.
 
En el primer día del encuentro, se abordaron temas como la Iniciativa del Trigo, presentada por Francia; el Sistema de Información de Mercados Agrícolas y el Foro de Respuesta Rápida, por el Director de la AMIS, Abdolreza Abbassian, y  la Iniciativa de Geo-Monitoreo Agrícola Global, a cargo del consultor científico del Grupo de Observación de la Tierra, Joao Soares.
 
Se presentó igualmente la iniciativa para la creación de una Plataforma de Agricultura Tropical, a cargo de la Representante de la FAO en México, Nuria Urquía Fernández, y discutieron la importancia de la sustentabilidad de la agricultura para elevar la productividad y la agricultura familiar.
Además, se abordaron los proyectos para eliminar las restricciones de comercio alimentario entre las naciones en caso de emergencias humanitarias y las regulaciones financieras, así como la presentación de las recomendaciones al G-20 sobre seguridad alimentaria.
 
En esta Reunión de Agricultura participan los representantes de países integrantes del G-20 (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, República de Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, México, Reino Unido, Rusia, Japón, Sudáfrica, Turquía y 27 países de la Unión Europea).
 
Además, intervienen miembros de 10 organismos internacionales –CEPAL, FAO, FIDA, IFPRI, IICA, FMI, OCDE, BM, WFP y la OMC- y representantes de naciones invitadas: Dinamarca, Colombia, España, Países Bajos, Israel, Nueva Zelanda y Chile.