A dos años de la administración presidencial de Enrique Peña Nieto, el propio Secretario de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, realizó ante los diputados federales un balance de cómo se encuentra el sector primario del país y enfatizó una y otra vez que el modelo económico estabilizador que se tiene no ha beneficiado al campo en nada, y es el origen de muchos problemas.
En el marco del Segundo Informe de Gobierno federal, el titular de SAGARPA acudió a comparecer a la Cámara Baja y ante los legisladores reconoció como cada funcionario en turno, que aún falta camino por recorrer para mejorar las condiciones del campo, y se mostró convencido que en las 32 entidades federativas hay problemas, pero también potencial para el desarrollo del sector agroalimentario. Abordó la falta de investigación, el estancamiento de la productividad, los problemas pesqueros, pecuarios y avícolas.
El funcionario hizo un diagnóstico: comenzó con el modelo económico que se aplica, que consideró estabilizador más que de crecimiento. “El producto interno bruto en la nación, en los últimos 10 años, ha crecido al 1.9 por ciento. A todas luces insuficiente para un crecimiento de la población mayor y para una demanda de un millón de mexicanos. Evidentemente un crecimiento de esa naturaleza no da los espacios y las oportunidades a nuestra población, de ahí los graves problemas de pobreza, los problemas de seguridad pública cuando nuestra gente no encuentra opciones reales, y de ahí también la pobreza en los núcleos urbanos y en las zonas rurales”, dijo ante los diputados.
Sin embargo, ese crecimiento es el que ha privilegiado la estabilidad, pero que dijo “lastiman a los mexicanos”, porque ha sido también un modelo que ha concentrado la riqueza, ha hecho que la distribución del patrimonio nacional no sea más justa y equitativa, y por ello hay grandes asimetrías que se ven en todas partes. Aceptó que este crecimiento también ha generado dependencia. “Seguimos dependiendo del comercio con Estados Unidos, dependiendo de importaciones, cuando tenemos nosotros la capacidad de producir los alimentos que demanda la población mexicana. Es un crecimiento que ha privilegiado la improductividad, a quienes tienen mayor problema en pobreza e inseguridad. Si ustedes analizan los programas que tenemos son más asistenciales, son más de privilegiar la ineficiencia”, dijo.
Ejemplificó que cuando hay mejoras en pobreza, entonces los recursos se reducen, porque en teoría se está saliendo de la carencia, pero en lugar de ello se deben premiar las políticas exitosas de mayor producción en el campo que la han reducido. “Llegamos a representar el 16.5 del producto interno bruto y ahora en los últimos años, en el 2011, representamos escasamente el 3.7, es decir que este país con tanta riqueza en los litorales y en su geografía vamos hacia abajo en esa importancia que debe tener el sector agroalimentario”, expresó.
Comparó que en Argentina el PIB primario representa el 9.1, Perú 7.8, Colombia el 6.8, Brasil el 5.5. Y dijo que a todas luces el de México sigue siendo insuficiente para atender la demanda de los mexicanos. “Vemos lo que sucede en la agricultura: cómo estamos importando el 42.4 por ciento de lo que consumimos. Sólo en soya, por ejemplo, el 93 por ciento importamos, en arroz casi el 80 por ciento lo estamos importando, teniendo unas zonas maravillosas en el sursureste y en el propio Colima que se producía mucho arroz y se ha dejado de producir; haciéndonos dependientes del extranjero”.
Agregó: “Tenemos algunos puntos de distinción en donde productos específicos como el aguacate, como la papaya. En el aguacate por ejemplo, de Michoacán, fundamentalmente en todo el país hay estados que también lo producen, pero se producen dos millones de toneladas en el mundo y nosotros producimos más de un millón de toneladas de aguacate; es una importancia en el sector y en el mundo, lo mismo en mango, en café orgánico y en tomate; en la superficie cultivable vemos como el 28 por ciento que es la superficie de riego del total, el 28 por ciento es de riego y ésa produce el 60 por ciento, la gran parte de la producción, 60 por ciento”.
Recordó que el 72 por ciento de las tierras en México no tienen riego y producen el 40 por ciento, y sólo tres cuartas partes originan el 40 por ciento de la producción. Enfatizó que otro problema que afecta al campo es el minifundio: el 77 por ciento de la estructura territorial, de la propiedad territorial está en manos de minifundistas con cinco hectáreas o menos, y esta situación hace sumamente complicada la producción.
“Vemos cómo una persona con cinco hectáreas, solamente el 34 por ciento se queda en el campo. Este porcentaje del 49, casi el 50 por ciento se va a otras actividades agropecuarias y otras actividades no agropecuarias y el 15.6 por ciento emigra porque no tiene manera de subsistir. En el caso de la ganadería. La sequía prolongada que tenemos y conjugado con un muy buen precio del ganado en el mercado hace que estemos despoblando nuestros hatos ganaderos de bovinos, que tengamos el ganadero que no tiene que darles de comer en los ranchos de agostadero y ve que en el mercado hay un buen precio, tanto de exportación, está exportando hasta hembras, becerras hembras y está mandando al rastro los vientres, que eso es sumamente drástico y complicado por lo que significa en el futuro el hecho de no tener los vientres para la reproducción necesaria en la ganadería mexicana”, indicó.
También revisó el sector porcino; que produce en 20 pesos por kilo y lo venden en 18.50 pesos, y esto obedece a las importaciones de Estados Unidos. En la avicultura están los problemas sanitarios: en el 2012 fue un flagelo muy intenso a este sector; al haber perdido una población de casi 23 millones de aves, lo que provocó un movimiento muy fuerte en el mercado de huevo comercial. “Se llevan hasta el 18 de septiembre 3.9 millones de aves sacrificadas; 2.2 pollo de engorda. En números redondos un millón de gallinas de postura de huevo de plato y 800 –en términos redondos- gallinas reproductoras que son las de huevo fértil”, expuso.
En la pesca, dijo que hay una situación complicada. Será el 21 de marzo del próximo año que habrá una reunión con todo el sector para esbozar un plan nacional de pesca y que esté inserto en el Plan Nacional de Desarrollo. “Un problema que todos checamos y nos preocupa es el hecho de que no aumenta la productividad del mexicano que está en el campo. Estamos prácticamente estables en la productividad y estamos hablando que desde el 90, era 53 mil pesos anuales por trabajador en el campo y se ha estabilizado en los -40 saltos- 49 mil todavía en el año de 2012. Tenemos que hacer mucho más productiva la mano de obra en el campo, sobre todo ahora con semillas mejoradas, con tecnificación en el riego, etcétera, que debe incidirnos en ello”, apuntó.
Asimismo, resumió que la situación del campo es bipolar, porque hay productores de clase mundial con los mejores indicadores de competitividad internacional, y sin embargo tenemos millones de productores que están con insuficiencia de todo, que no tienen ninguna tecnología, ninguna organización. Están desproveídos de cualquier situación de competitividad.
“Tenemos exportadores y de autoconsumo, tenemos zonas donde nos sobra el agua y que nos genera un verdadero problema, en Tabasco, Campeche, en todo lo que es el sur-sureste; y tenemos zonas de los estados norteños que lo vivimos en Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, en donde el desierto y la ausencia de lluvia prolongada –las sequías- hacen estragos con nuestro sector agroalimentario”.
Finalmente, concretó que “créditos escasos. Digo que para tener un campo competitivo necesitamos tener un sistema o una banca de desarrollo que no existe en México, la verdad. Los instrumentos que hoy están disponibles, la Financiera Rural, el FIRA, los Focir, los fondos que están, no cumplen con esa función de ser un estímulo, de ser una banca de desarrollo que permita el auxilio y el apoyo a los productores del campo”. También dijo que hay insuficiente investigación, y todavía peor: la que hay, no se aplica y termina archivada en un cajón.
