Favoritos en el mundial de los agronegocios.
A unas cuantas horas de que inicie el evento unideportivo más impactante del mundo, los seguidores del balompié nos preguntamos quién será el equipo triunfador de la justa a mediados del mes de julio; unos piensan que los tradicionales campeones como Brasil, Italia, Alemania, Argentina, tal vez Francia o Inglaterra; otros consideran que ha llegado el momento de que se estrene un campeón: España, Holanda, y por qué no, México.
En el mundo de los negocios también están los ganadores ya clásicos, pero también surgen los llamados “caballos negros”; antes de la crisis financiera del 2008, nadie dudaba del poderío de las grandes armadoras automotrices como General Motors, Ford y Mercedes-Benz que habían engrosado a sus filas marcas como Volvo, Jaguar o Chrysler, pero ¿qué sucedió durante el inestable año 2009? Algunos grandes corporativos tuvieron que desprenderse de esas marcas recientemente adquiridas. ¿Saben quién las adquirió? Fiat compró Chrysler y todos sabemos que Fiat es una de las grandes, pero las otras dos no fueron adquiridas por conocidas empresas de prestigio: Volvo fue adquirida ni más ni menos que por Getty Holding fabricante de autos en China, y Jaguar por Tata Motors, el fabricante de autos de la India. De un momento al otro nacieron dos empresas que compiten con los líderes y han ganado mayor participación en el mercado automotriz mundial. ¿Y México? Somos fabricantes de algunas autopartes, armamos algunos autobuses, pero no hemos sido capaces de aprovechar el know how que por muchos años hemos visto y experimentado junto a las grandes armadoras de autos y camiones. ¿Y la agroindustria? Sin decir que ya se nos fue, si dejamos pasar el tren de la revolución genética de las semillas de granos como trigo y maíz, cuando el Dr Borlough estuvo enseñando a nuestro fito-mejoradores hace cuarenta años. Hoy seguimos retrasados en OGMs comparados con Argentina y Brasil.
La Academia de Ciencias Sociales de China dice que la región del pacífico año con año se afianza como una región con un cada vez mayor intercambio comercial; los países que se observa que reciben mayores beneficios en Latinoamérica son los de Sudamérica; México se percibe a la zaga de éstos, porque el objetivo está situado al norte del Río Bravo, porque así ha convenido a la mayoría de los intereses.
¿Debemos aprovechar esa fortaleza? Por supuesto, pero no debemos cegarnos con ella, porque esa enorme dependencia, se convierte fácilmente en debilidad (remontémonos simplemente al año 2009); distribuyamos las oportunidades y los riesgos, abramos el juego hacia los extremos y no queramos meter todos los goles por el centro. Tampoco debemos centrar todas las oportunidades en un sólo negocio; ya nos pasó con el café y el plátano, tenemos otras opciones y nuevas alternativas: hortalizas para los mercados tradicionales de oriente; frutas exóticas, alimentos preparados. El 30 de abril se inauguró la Exposición Universal Shangai 2010; es la primera vez que esta expo se realiza en un país que no pertenece a los tradicionalmente industrializados. China se ha preparado y ya compite con los países ricos; India sigue de cerca estos pasos. En nuestro país estamos obligados a hacerlo para no continuar rezagados por detrás de Brasil. En algunos productos como la papaya, el aguacate, el tomate, y chiles frescos ya somos líderes exportadores en el mundo; busquemos otras alternativas, los diferenciadores que nos lleven a impactar los mercados mundiales. Dejemos de ser participantes y convirtámonos en favoritos en el mundial de los agronegocios. Sí, requerimos seguir invirtiendo en tecnología y desarrollo humano para incrementar la productividad. Necesitamos una visión y objetivos claros para el desarrollo de la agroindustria, para darle la dimensión necesaria y competir en la liga de campeones. Se requiere de financiamiento del extranjero; el dinero seguirá caro y escaso, por las abultadas deudas de países como EUA, Grecia, España; entonces debemos voltear hacia los inversionistas que no forzosamente provienen de los ya tradicionales bancos de inversión; en China hay reservas superiores a los dos millones de millones de dólares (20 veces más que las reservas de Banxico). Esos inversionistas están interesados en financiar e invertir en aquellos países donde encuentren las mejores condiciones para hacer rentable su negocio.
Este es el momento para que nuestras empresas sean protagonistas en el mundial de los agro-negocios.
Jorge Segovia Fernández
Ing. Agrónomo
Socio Director de Media Hunters México
Consultores en Recursos Humanos y Negocios
(55) 9171-1053
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