Recordemos que el negocio de tomate en racimo se distingue del suelto dado que no vendemos un tomate sino 5 y eso nos lleva a tomar decisiones ambientales y genéticas que aseguren la uniformidad del racimo a nivel de fruta, racimo y raquis.

Primero al seleccionar el material genético es necesario buscar un material de rápida floración ya que si la distancia (días) entre la primera y la última flor del racimo es alta son los mismos días que habrá de diferencia en el color final del primer y último tomate.

En México es importante buscar un material con buena resistencia al russeting pues en primavera los promedios diurnos de temperatura superar los 25 grados, lo que nos lleva a manejar noches frescas y aumenta el riesgo de russeting.

El raquis y cáliz deben tener resistencia al etileno pues es común observar raquis amarillos y avejentados por su baja tolerancia a este gas.

El vigor en la cabeza es de vital importancia puesto que ahí se elaboran los 3 racimos que cosecharemos en 2.5 meses, por lo que la dominancia apical es crucial para asegurar tamaño en el futuro.

El material debe tener una tendencia generativa para evitar crecimiento de brotes en el racimo y longitud excesiva que nos traerá racimos doblados, exceso de brotes, y deshojes. Hoy en día contamos con materiales con tendencia vigorosa generativa que en periodos de baja luz permiten mantener los tamaños y la producción.

Dentro del proceso de evaluación de material para racimo se considera, distancia de entrenudos, habito del cultivo, vigor, resistencias, velocidad de floración, cuaje, homogeneidad del racimo, espina de pescado, attachment racimo y por su puesto vida de anaquel.

En México, se ha tenido problemas en el pasado con materiales que presentan la mancha de alternaría en pos cosecha, ésta es influenciada por condiciones climáticas (alta humedad) y existe una susceptibilidad genética.

Ambientalmente debemos tratar que los promedios de temperatura diurna y nocturna no sean muy distantes ya que con ellos aseguraremos homogeneidad en la floración, razón por la cual el promedio de temperatura nocturna es superior al de un tomate beef.

Algunas veces no podemos controlar los promedios de temperatura o luz por lo que es recomendable realizar ajustes en el número de frutas por racimo o número de plantas por m2 para asegurar los calibres y homogeneidad que el mercado busca. La efectiva polinización juega un papel determínate en el calibre y homogeneidad del racimo.

Si nuestras condiciones climáticas son generativas (poca calefacción) debemos buscar materiales con dominancia apical y restringir el número de frutas en base a la densidad y la cantidad de luz disponible. Si tenemos condiciones con calefacción recomendaremos materiales con una fuerte tendencia generativa.

La conductividad eléctrica en las nuevas variedades juega el papel de herramienta para dirigir el cultivo hacia cierta tendencia por lo que la mayoría de los materiales requiere altos e.c. para promover un rápido balance y calidad de los racimos.

En este mercado competimos contra Canadá, EU y Holanda por lo que la calidad es un factor clave en el éxito de nuestro negocio.

La luz artificial en la producción en invernaderos cerrados al sur de EU es lo que conforma la realidad de los tomates en racimo para el mercado en Nafta.

Espedella, muestra un racimo homogéneo en donde la diferencia en maduración no es superior a los 3 días, presenta una alta tolerancia al russeting, excelente vigor con planta compacta. Sin lugar a dudas el nuevo líder del segmento.