Las algas marinas de Baja California, pueden ser un negocio rentable en México, ya sea para exportarlas o hacer biodiesel con ellas.

Hay naciones como Japón, Francia, China, Chile, Perú o Filipinas donde las algas marinas son el insumo para elaborar sopas, botanas, ensaladas o condimentos, mientras en México se tiran anualmente más de 250 mil toneladas porque representan una plaga que ensucia las costas.

Lo que es peor, el País importa este producto.

Investigaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN), muestran que el Gobierno ve en estas plantas un problema más que un beneficio.

"En las playas de La Paz, Baja California, hay cada año hasta 120 toneladas de algas y lo que hace el Gobierno es venir a quitarlas diario y tirarlas, porque ensucian las playas turísticas, y esas algas pueden ser usadas para hacer alimentos, y es algo que México no hace, mientras otros países lo explotan", detalla el estudio.

La falta de una cultura por el consumo de estos productos, así como la ausencia de inversión, son las principales razone por las que se desperdicia este recurso natural.

Las algas frescas tienen 14 por ciento de proteína, similar a la soya, tienen 28 veces más calcio que las espinacas y 30 veces más fósforo que cualquier vegetal.

El Golfo de México, principalmente en Veracruz; el Golfo de California y algunas zonas del Pacífico son ricos en algas marinas que llegan cada año, y algunas se usan también para el alimento de animales o para preparar alimento balanceado para peces.

Otro uso para las algas es el biodiesel, porque es la fuente primaria para crear este combustible natural.

La empresa Biofields invertirá 850 millones de dólares en una planta en Sonora que transforme el alga, lo que demuestra que puede ser explotada y no sólo retirada por considerarse una plaga.

Karla Martínez

Periodista especializada en el sector agropecuario

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