De acuerdo con los biotecnologos la crisis alimentaria requiere de soluciones rápidas y eficientes para responder al constante incremento y por desgracia, aun insuficiente demanda de alimentos en todo el mundo.

Esta situación a puesto a los investigadores de las principales compañías dedicadas al desarrollo de biotecnología a trabajar intensamente en búsqueda de nuevas opciones que además de contribuir a la solución de un problema que nos afecta a todos y que no los deje fuera del mercado.

Esta denominada “nueva revolución verde” requiere a decir de los especialistas, un incremento en recursos de investigación, tecnología e infraestructura, para poder impulsar este sector agrícola que promete contribuir en gran medida a las necesidades del mundo.

El desarrollo de nuevas variedades de plantas y sistemas de protección de cultivos, por medio de la Ingeniería Genética, lleva como propuesta el incremento en un 25 por ciento en la producción del campo para los próximos años.

El incremento de los precios en los alimentos del año pasado, en gran parte causado por especulación, llevo a muchos países a incrementar sus inversiones, situación que debe de ser aprovechada para el desarrollo de la Biotecnología, enfocándose a la protección de cultivos.

De acuerdo con los especialistas, sin potencial de cultivo el potencial de rendimiento es del 52 por ciento, situación que cambia a un potencial del 100 por ciento si se le da protección con los recursos actuales, pero esta puede llegar a un 172 por ciento si se le da protección con productos que ya se encuentran desarrollados.

Ante la necesidad de los productores de lograr cosechas de calidad, las compañías encargadas de producir insumos destinados a la protección de cultivos tienen un mercado en continuo crecimiento. Pero para responder a esto se debe de continuar la investigación en el desarrollo de nuevas variedades y agroquímicos que controlen plagas con una menor afectación del medio ambiente.

Para lograr lo anterior, se requiere de una mayor cantidad de invernaderos para que tanto Universidades como Centros de Investigación, puedan llevar a la práctica las acciones necesarias que permitan un seguimiento fidedigno de la respuesta tanto de nuevas variedades como de productos de protección a las diversas condiciones que tendrán que enfrentar en campo como en las diferentes opciones que la agricultura protegida presenta, en la gran diversidad de ecosistemas del planeta.

Redacción TECNOAGRO

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