Si bien el maíz tiene un componente histórico y es la base de la seguridad alimentaria, también es parte esencial del mundo culinario de nuestros tiempos. Hoy, en los mercados, vemos los alimentos tradicionales, mezclados y fusionados con ingredientes locales y globales que cumplan con las tendencias de consumo.

También existe una gran oportunidad de hacer evidente la trascendencia del maíz en la industria alimentaria y en otros sectores donde está presente en la vida diaria de los latinoamericanos.

La trascendencia del maíz va más allá de ser un simple insumo, los agricultores deben de conocer la importancia que hay detrás y qué representa en la sostenibilidad alimentaria. Acá las 10 principales razones:

1. El reto de tener semillas de calidad. El maíz es uno de los granos más consumidos en el mundo. De ahí la importancia de contar con semillas de calidad, con mayor diferenciación en el mercado, que cuenten con tecnología avanzada y características biotecnológicas que ayuden a los agricultores a aumentar el potencial de rendimiento y proteger sus cultivos.

2. Múltiples aplicaciones. Sus usos en la alimentación humana y animal, así como para la realización de materia prima en la producción de almidones, edulcorantes, dextrinas, aceite y otros derivados de su proceso de fermentación, lo convierten en un producto que tiene un futuro asegurado por sus usos y valores, dentro y fuera del sistema alimentario.

3. Base de la alimentación latinoamericana. El maíz está en el centro de la alimentación. El 73% de los ciudadanos incluye una el maíz en su alimentación diaria, de acuerdo con un estudio de Nielsen. Además, hoy en día el 69% de las harinas precocidas de maíz son consumidas por la población de estratos 1, 2 y 3.

4. Fuente de energía para el cuerpo y el cerebro. Los carbohidratos que tiene el maíz son una fuente de energía para el cuerpo y el cerebro, ayudando al movimiento de los músculos. También son fundamentales en el metabolismo de los centros nerviosos y la glucosa, que es la molécula que proporciona casi toda la energía que utiliza el cerebro diariamente.

5. Importancia del cultivo en el mundo. Se estima que para el año 2050, habrá unos 9.700 millones de personas viviendo en la tierra. Para satisfacer la creciente demanda de una población en aumento y una dieta cambiante, los rendimientos de maíz deben aumentar al menos un 18% por año. Contar con una semilla de genética superior hará la diferencia para que los agricultores protejan sus cultivos de manera más efectiva, con menor impacto al ecosistema y mejor control de plagas y malezas.

6. Es rico en vitaminas y minerales. Además de ser parte de costumbres alimentarias, es una fuente importante de nutrición para quien lo consume. El maíz es rico en vitaminas A, B, C, E y minerales como cobre, hierro, zinc, magnesio y fósforo.

7. Más que el peso, se habla de calidad. Para la industria y para los grandes transformadores del maíz, es de gran valor la calidad del grano producido. Hasta el día de hoy se habla mucho de peso, pero cada vez el concepto de calidad trasciende en el día a día. Un material genético de alta calidad y con la aplicación de una biotecnología eficiente, puede lograr una producción de calidad y optimizar costos. Además, le brindan al agricultor una mayor confianza en sus decisiones de siembra.

8. Fuente de fibra. El contenido total de fibra de los granos de maíz oscila entre 12 y 14 por ciento, con un mayor porcentaje de fibra soluble (11-13%). Cuando se conserva la cascarilla y/o los almidones resistentes del grano de maíz, se puede utilizar como fibra dietética adicionada en alimentos procesados, como los cereales de caja, panes, galletas y hasta bebidas.

9. Súper food en las tendencias alimentarias. Su composición lo dota del poder de dar saciedad, pero no solo por tener fibra y proteínas, sino también por la facilidad con la que se puede disfrutar de él en sus diferentes variedades y preparaciones, desde una mazorca asada hasta el platillo más gourmet, en el desayuno, comida o cena, como una guarnición, un postre o un plato principal.

10. Seguridad nutricional. Un recurso importante para la producción de alimentos ricos en nutrientes es el maíz. La calidad y las características de las semillas mejoradas no solo debe asegurar mejores rendimientos, sino también cumplir con las necesidades de color, calidad nutricional y otros aspectos específicos que el mercado demande.