"Comenzar un nuevo proyecto significa tener nuevos retos. Mismos que son equivalentes a un trabajo constante, mayor esfuerzo y constancia. No obstante, al tomar todos estas sencillas cosas para ponerlas en práctica, siempre serán reflejo de algo muy novedoso y seguramente exitoso."

El emprendimiento rural es una estrategia real para combatir la pobreza, proteger el medio ambiente y contribuir a la seguridad alimentaria, sin embargo, de acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el mundo, tan solo el 2.1% de la Unidades Económicas Rurales reciben algún tipo de capacitación productiva o asistencia técnica y el 6.3% realiza cambios en sus prácticas o procesos productivos, lo cual genera que la agricultura familiar no transite a la empresarial.

Es así, que bajo el desarrollo de capacidades técnico productivas y empresariales de las y los productores-agricultores, la escasa dotación de bienes de capital físico y el uso inadecuado de los activos productivos, no es posible el desarrollo rural en México, a pesar de ver un impacto positivo con el impulso de estos tres aspectos como lo realiza Educampo, Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural, A.C.

Esta fundación, ha visto que su modelo de atención tiene éxito, ya que ha generado inclusión económica al incrementar el ingreso de los hogares de las familias rurales, a través de la capacitación de mujeres y hombres emprendedores, que tienen una participación activa en la toma de decisiones en todos ámbitos que constituyen el proceso de intervención de Educampo hasta la conformación de la empresa rural: desarrollo humano, organización, producción, comercialización, administración.

Gracias a este tipo de modelos de atención, las familias beneficiadas tienen la oportunidad de mejorar los niveles de alimentación y de educación, superando la pobreza y la reducción sostenible de la desigualdad a través de una autonomía e independencia.
Educampo es una asociación civil, que ha beneficiado a más de 500 mil familias mexicanas rurales y demuestra que es posible transformar historias de vida, así como la de sus beneficiarios (as), quienes ya pertenecen a un proyecto productivo, porque cuentan con mayores ingresos que les permiten enviar a sus hijos (as) a la escuela, arreglar su casa, entre otras cosas.