“Saber con exactitud qué es lo que un consumidor necesita, es una tarea ardua que el Neuromarketing lleva a cabo. Y se complementa con herramientas de comunicación, imagen posicionamiento y segmentación, para dar respuesta a esos estímulos de supervivencia.”

Algo de lo que debemos ser conscientes, es que siempre que queremos dar a conocer nuestro producto debemos considerar, que siempre debe ir de la mano de la marca. Ya que el valor de la marca generalmente no es considerado por las empresas de nuestro sector, en otras es sobrevalorado y si con ello se realiza la suma de neuromarketing y branding, nos daremos cuenta de la potencia de nuestra estrategia publicitaria.

En la neuromercadotecnia, se enfoca la percepción del consumidor hacia nuestro producto/servicio pero sobre todo en nuestra marca.

Pero ¿Qué es lo que nuestra marca hace sentir a nuestros clientes? ¿Qué percepción tiene el consumidor? ¿Qué estamos diciendo con nuestra publicidad? ¿Qué valor tiene nuestra marca en el mercado?

Muchos de nosotros no conocemos como es que han permeado ciertas marcas a nuestro cerebro, que es en parte el éxito de las mismas. Podemos mencionar miles de ejemplos dentro del sector, pero podemos hablar en especial de empresas cuyas marcas has sido reconocidas a nivel mundial como marcas de renombre, de seguridad, de tranquilidad que nos transmiten al paso de los años y otras, que con solo escucharlas nombrar queda una imagen de una empresa con falta de ética, que no resuelve y no suma para los consumidores.

Nuestro subconsciente racionaliza nuestras emociones y lo que sentimos ante diferentes estímulos o productos, ya que el cerebro trata de decodificar las emociones, las sensaciones y las experiencias vividas, ante algún tipo de producto o servicio relacionando la marca. Como sabemos, el 85% de nuestras compras son irracionales o lo que es lo mismo, se enfoca por nuestro cerebro reptil acompañado de emociones (cerebro mamífero), por lo que es difícil para nosotros decir porque hemos comprado x o y producto, lo que hace nuestro cerebro es justificar esa compra.

La cuestión seria entonces, ¿para qué hacer esfuerzos mayúsculos en demostrar que nuestro producto es el mejor, si la percepción de nuestros compradores dependerá de emociones, necesidades y que difícilmente empleará el razonamiento lógico para adquirir nuestro producto? Por ello, debemos entender que los seres humanos somos emocionales, sentimentales y condicionados por la evolución, más no por la óptica de la lógica, de aquí la importancia del neuromarketing.

Dotemos de valor y emoción a nuestras marcas, inyectemos una dosis emocional en los anuncios publicitarios que hacemos, miremos el papel que juega emocionalmente en el mercado, en nuestro sector y destaquemos los valores que tenemos como empresa para darle personalidad a nuestra marca.

Desde hace mucho tiempo la publicidad y las acciones de marketing se enfocan en lo que una marca quiere evocar, sin embargo, los especialistas buscan la manera en que los consumidores vivan una experiencia agradable al percibir una marca.