“Debemos considerar que pese al agotamiento de los recursos naturales de nuestro planeta, aún contamos con alternativas que pueden ayudarnos a prolongar el ciclo de vida de diversos productos existentes, para generar nuevos y beneficiar al medio ambiente”.
México fue uno de los partícipes en la cumbre sobre cambio climático que se llevó a cabo en Paris, Francia. Reunión donde representantes de 195 países se encontraron para cerrar el último acuerdo global para reducir las emisiones de CO2. De esta forma el gobierno mexicano se comprometió de manera voluntaria a reducir en un 25% las emisiones de gas de efecto invernadero para el año 2020.
Algunas formas para poder reducir dichas emisiones, son a través del reciclado. Ya que tres cuartas partes de la energía que consume la industria, es utilizada para extraer y elaborar materias primas con las que se fabrican los productos de uso cotidiano, que antes o después, se convertirán en residuos.
Por eso un gran cuestionamiento surge para el país ¿Los residuos contaminantes (basura) son un recurso o un problema?
Para gran parte de los mexicanos los residuos sólidos contaminantes como el papel, plástico, aluminio, etc., se convierten en un problema ya que no se tiene una cultura ni conciencia para darles un mejor uso. Así, que quien contamina realmente, no son los residuos sino el hombre. Y la manera más eficaz de ahorrar energía es reciclando.
Veamos algunos ejemplos:
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Si se recicla una lata de aluminio, se ahorra la energía suficiente que consume un televisor durante una hora
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Al fabricar papel a partir del reciclado se requiere un 65% menos de energía, un 85% menos de agua y se reduce en un 74% la contaminación.
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Cada bolsa de plástico que se recicla ahorra la energía equivalente al consumo de una lámpara de 40 voltios durante dos horas.
Ahora bien, reciclar es proporcional en beneficio del medio ambiente.
Por ello podemos asegurar, que los residuos son un insumo, aunque actualmente no se cuente con una tecnología redituable para el reciclado. Por ello surge la necesidad de importar maquinaria con mayores avances tecnológicos, capaz de transformar los residuos en 1 ton por hora en nuevos productos destinados en su mayoría, al beneficio de la agricultura.
Es aquí, donde asociaciones como ARPAM (Asociación de Recicladores de Plástico), comienzan su labor y se dedican al reciclado de los plásticos generados por la agricultura. Lo que anteriormente era un problema para los agricultores, al momento de deshacerse de los platicos que habían utilizado para sus cosechas. Actualmente se ha convertido en un recurso para las empresas recicladoras. Ya que con la maquinaria con la que cuentan, 50,000 toneladas al año son reciclados. Se pretende que con maquinaria nueva se puedan reciclar hasta 300,000 toneladas al año.
Debido a esto, ARPAM busca apoyos internacionales para poder financiar la compra de nueva maquinaria, para lograr el cobro de los bonos de carbono; ya que con el reciclado de estos plásticos, se ahorra energía de hasta 3 veces más que al extraerlo virgen.
Como dato adicional, al reciclar una tonelada de plásticos agrícolas transformada en madera plástica, se evitaría cortar 10 árboles ¿Cuántas hectáreas dejaríamos de deforestar si reciclamos 300 toneladas en un año? La respuesta serían 300,000 hectáreas, las cuales se convertirían en un gran avance para la ecología.
Está comprobado que el promedio de vida útil de una madera plástica es de 50 años, en comparación con la madera tradicional.
Por estas razones y los benéficos que representa, los plásticos agrícolas son reciclados en México.
Lic. Julieta Natalia Martínez Ramírez
Gte. Técnico de ARPAM