“La naturaleza nos impresiona constantemente, nos revela creaciones como son los paisajes, mismos que hacen cíclico procesos que regresan a la naturaleza misma. Por ello, este artículo estará dedicado al proceso del compostaje.”

La materia orgánica proviene gracias a las propiedades del suelo, que permiten desarrollar y funcionar de manera eficiente a las plantas. A las que se les atribuyen varias acciones a nivel físico, químico y biológico, como son: mejor estructura para la disolvencia de elementos plásticos al convertirlos en material arenoso. Mayor capacidad de absorción de humedad y nutrimentos, capacidad de intercambio para su nutrición y disponibilidad de micro-macro elementos. Así como potencializar su porosidad. También favorece el crecimiento a través de enzimas, la formación de compuestos como el hierro, cinc, cobre, entre otros; al igual que su oxidación. Sobretodo aumenta el rendimiento de los cultivos.

El uso de abonos orgánicos fue durante mucho tiempo la parte primordial para la fertilización de los suelos, sin embargo, existen actualmente formas diversas como los residuos vegetales y animales, humus de lombriz o abonos líquidos conocidos como compost o compostaje. Llamado así, por ser un proceso biológico controlado de residuos orgánicos realizado a través de una fermentación, que resulta en un material parecido a la tierra, higiénico, rico en compuestos y mayor cantidad de microorganismos benéficos para el suelo. Los materiales que nos sirven para su elaboración encontramos: cascaras de frutas, de huevo, hierbas, hojas, restos de verduras, de cosecha, entre otros.

Para realizar el compostaje, existen factores importantes como:

La aireación, es parte del proceso de la fermentación y fundamental para la respiración de los microorganismos. Está muy vinculada con la temperatura, porque permite el control de la misma.

La temperatura, determina su fermentación y la calidad del mismo. Debido a la intervención de varias especies de hongos, bacterias, entre otros, ya sea en menor o mayor cantidad dependiendo de su alcance. El cual va desde la temperatura ambiente y se eleva gradualmente hasta que alcanza los 75° C.

La humedad, que determina la vida de los microorganismos que provocan la descomposición de los materiales de orgánicos. Por ello es importante que al preparar compost se añada agua entre capas hasta que se logre entre un 50 a 60% de humedad; ya que de no hacerlo de esta forma podría tornarse indeseable el resultado

Y el pH del suelo, que es básicamente la calidad de tierra obtenida por el proceso de fermentación.

Gracias al Ing. Agrónomo e investigador Albert Howard (1905-1934), conocemos hoy en día, la metodología para la elaboración del compost, que con el paso del tiempo ha sufrido varias adaptaciones.

Preparación:

• Tener al alcance contenedores (pilas, burros o silos), con dimensiones de 3m de ancho por 1.50m de altura y 3m de largo; con el propósito de dar facilidad al volteo manual, la buena fermentación, temperatura y cantidad de aire adecuados.
• Colocar ramas gruesas en forma cruzada hasta llegar a los 20cm de espesor aproximadamente para permitir el flujo de aire.
• La siguiente capa será de residuos vegetales verdes o secos hasta llegar a los 15 a 20cm.
• Al término de esta, se coloca una capa de 5cm de espesor ya sea de estiércol, suelo o ambos.
• Esta operación se repite hasta llegar a una altura de 1.5m.
• Regar cada capa que se coloca hasta que el material alcance la humedad adecuada. Con excepción del material fresco que requiere muy poca agua.
• Introducir en diversos puntos y verticalmente, tubos perforados a la pila.
• Hacer volteo de materiales si se observa que la temperatura alta inicial desciende o se mantiene estable. Puede notarse después de 2 a 3 semanas, según las condiciones climáticas.
• El proceso de compostaje culmina luego de 3 o 4 meses, en que puede apreciarse que el material está completamente degradado, no hay escape de gas, la temperatura es estable, el olor puede confundirse con el de la tierra, el color es uniforme y la consistencia se mantiene suelta pero grumosa.

Puede decirse que para considerar un compost con buena calidad nutrimental tendrá un porcentaje de 1,2 % de Nitrógeno, 0,2 de Fósforo y 0,6 de Potasio. Y su dosis dependerá de la fertilidad de cada suelo