· Las investigaciones del INIFAP promueven la generación de energías alternativas y ecológicas (biocombustibles), a través de paquetes tecnológicos para producir remolacha con altos rendimientos.
· Este cultivo se desarrolla en suelos arcillosos o de barrial y con elevadas concentraciones salinas, con ello se podría aprovechar una gran cantidad de suelos que por su salinidad no son utilizados para la agricultura.
Actualmente, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) cuenta con un paquete tecnológico para producir remolacha con altos rendimientos en zonas que dejaron de cultivarse por su salinidad en suelos agrícolas.
Investigadores del Instituto desarrollan un manejo agronómico de remolacha en Sonora, en condiciones de riego que servirá al productor como guía para este cultivo.
Los suelos más adecuados para la producción de remolacha son los de textura media, ya que el tubérculo al desarrollarse bajo la superficie del suelo y en este tipo de terrenos se logra un mejor crecimiento, toda vez que encuentra una menor resistencia y, por lo tanto, hay mayor aprovechamiento de agua y nutrientes.
Este cultivo también se desarrolla bien en suelos arcillosos o de barrial y con elevadas concentraciones salinas, con ello se podría aprovechar una gran cantidad de suelos que por su salinidad no son utilizados para la agricultura en el sur de Sonora.
La siembra de remolacha cuenta con una cierta tolerancia a la sequía debido a su larga fase de crecimiento, un profundo sistema radicular y su aptitud para el ajuste osmótico.
Una vez que el cultivo está establecido, éste no es dañado por condiciones de lluvia o riegos excesivos, sin embargo condiciones de encharcamiento afectan a la planta, es por ello que se deben de evitar suelos con problemas de drenaje o salida de agua.
En México la mayor parte de los combustibles que se utilizan son producto de restos fósiles, que son una fuente de energía altamente contaminante y no renovable.
Por tal motivo, se requiere buscar nuevas alternativas que ayuden al medio ambiente como es el uso de biocombustibles.
La opción que el INIFAP promueve para elaborar biocombustibles, podría surgir directamente de la remolacha, ya que las altas concentraciones de azúcares con las que cuenta, son una buena fuente de materia prima para la producción de biocombustibles como el etanol.