En cerveza, México se coloca como el primer exportador en el mundo y en la cuarta posición de producción de esta bebida derivada de la cebada.
En el marco del Día Internacional de la Cerveza, que se celebra desde hace cuatro años, Joanna Vallejo, sommelier y embajadora de Cerveza Acapulco, recomienda el consumo nacional y de proceso artesanal. México se distingue por el trabajo de sus productores y el sabor y calidad de sus productos.
Esta cerveza destaca por su tono cristalino y cuerpo ligero; es una versión elaborada de forma artesanal, cien por ciento natural: agua, lúpulos nobles y un toque de levadura. El proceso enaltece la esencia de un líquido sin filtrar, ligero, fresco y fermentado a baja temperatura.
La cerveza, clara u obscura, permite diversas combinaciones culinarias y se acompaña con todo tipo de comida, principalmente con platillos elaborados con pescados, mariscos, asados, carnes y tacos a la parrilla.
Esta bebida se toma de forma natural y completamente fría, aunque es posible disfrutarla con limón, sal, chile en polvo, hasta preparada con jugo de jitomate y pulpa de tamarindo. Los más atrevidos la combinan con destilados como el mezcal y tequila o con camarones y ostiones.
Entre las cervezas artesanales que nuestro país oferta están Bateador de Puebla; Herencia de Villa de Jalisco; Reliquia de Cortés, Ara y Malteza de la Ciudad de México; El minero de Zacatecas y Concordia y Ángel Caído de Hidalgo, bebidas que además destacan notas de miel de abeja y hojuela de cebada.