Aunque el principal producto de esta semilla es el chocolate, del cacao se pueden extraer otras sustancias como: licor de cacao, manteca de cacao y cocoa en polvo, que se emplean en las industrias alimenticia y cosmética.
El cacao lleva en su nombre científico: Theobroma cacao, su esencia, pues el primer vocablo que lo compone es de origen griego y significa “alimento de dioses” ¡Es un regalo de México para el mundo!
Esta semilla, que es un gran tesoro y patrimonio de nuestro país llegó a tener tal importancia para las culturas prehispánicas, sobre todo para los olmecas, mayas y aztecas, que la consideraban sagrada y le veneraban culto, pues era alimento, “moneda” y símbolo religioso. Los mexicas asociaban al cacao con el corazón humano, pues ambos elementos contenían líquidos preciosos: la sangre y el chocolate.
Actualmente, la importancia de este producto agrícola prevalece, por ejemplo: en la conservación de suelos el árbol del cacao es un buen cultivo para reforestar terrenos, ya que aporta gran cantidad de materia orgánica a los ecosistemas y beneficia la conservación de la flora y fauna del suelo.
En la salud humana encontramos que el consumo de cacao estimula el sistema nervioso debido a la presencia de feniletilamina, la cual actúa en el cerebro desencadenando un estado de bienestar emocional y de euforia, ya que ayuda a aumentar la producción de endorfinas, hormonas que mejoran nuestro estado de ánimo.
En el mismo sentido, no olvidemos que es un alimento tremendamente energético, lo que nos lleva a estar más activos y por su alto contenido de antioxidantes previene la acción negativa de los radicales libres evitando la degeneración de nuestras células y el envejecimiento prematuro.
En México la producción de cacao se concentra en los estados de Tabasco, Chiapas y Guerrero, que aportan las más de 27 mil toneladas que se producen a escala nacional.