La Red INNOVAGRO, conformada por institutos de investigación, organismos internacionales y representantes de países de América Latina y El Caribe, presentó la “Declaración sobre Innovación para la Seguridad Alimentaria”, la cual sostiene que la innovación es una piedra angular para el desarrollo sustentable y la seguridad alimentaria de los países.
El documento indica que es necesario seguir con la promoción sobre el uso del conocimiento y la innovación para incrementar la productividad, la competitividad, la sustentabilidad y la equidad, especialmente ante el fenómeno del cambio climático.
Durante el Seminario Internacional sobre Innovación para la Agricultura Familiar y la Seguridad Alimentaria, en el que participó el Subsecretario de Agricultura de la SAGARPA, Mariano Ruiz-Funes Macedo, se afirmó que la innovación es una importante herramienta que los países deben aplicar para aumentar la productividad de una manera sustentable.
El documento recoge las sugerencias de institutos de investigación, ministerios de agricultura de 16 países, universidades, fundaciones, instituciones financieras, sistemas de investigación e innovación, redes regionales de innovación, empresas del sector agroalimentario y organismos internacionales que integran la Red INNOVAGRO.
La Declaración señala que “la innovación en el sector agroalimentario debe comprender innovaciones tecnológicas e institucionales, que contribuyan al desarrollo incrementando la productividad y competitividad del sector agroalimentario, asegurando la integración y articulación en las cadenas de valor y en los mercados locales, nacionales y regionales”.
La Red señaló que los países tienen la oportunidad para expandir el desarrollo económico de las pequeñas unidades de producción, de los productores de bajos ingresos y de la población rural al utilizar la innovación como motor para el incremento en la productividad, competitividad, sustentabilidad y equidad.
“La innovación en la agricultura familiar y en las pequeñas unidades de producción es una estrategia que permite incrementar la producción, diversificación, y los rendimientos en las familias rurales generar alimentos para el autoconsumo familiar y excedentes comercializables que incrementen sus ingresos”, puntualiza el texto.
Además se comprometieron a fomentar las alianzas público-privadas, a fin de facilitar la generación e intercambio de conocimientos entre los diferentes actores del sector agroalimentario.