El huerto urbano, equiparable al huerto en el jardín, se trata de espacios cubiertos o no para el cultivo de flores, hierbas aromáticas, hortalizas y frutales a escala doméstica.
La función del huerto urbano no es la de suplir una cantidad importante de alimento, sino más bien promover una diversificación de los hábitos alimentarios, en ellos, frecuentemente se aplican técnicas orgánicas, evitando el uso de herbicidas, insecticidas, para recrear un ecosistema que se sostiene con la diversidad de los cultivos y la rotación de los mismos.
Por otra parte, la agricultura urbana brinda un marco en el cual la familia, vecinos, o grupos afines pueden aprender a observar y facilitar los procesos naturales (siembra, cuidados, floración-reproducción, cosecha, conservación, elaboración de alimentos, resiembra), la cual además de tener propósitos productivos, tiene un contenido educativo y reconstructivo, ayuda a fortalecer la integración y el trabajo en equipo.
También esta actividad ayuda a las familias a reducir los gastos alimentarios al satisfacer el autoconsumo; fomenta la unión familiar, embellece áreas de la misma, y promueve la alimentación sana, así como el cuidado del medio ambiente al reutilizar los desechos orgánicos que se generan diariamente para preparar uno de los elementos que abonan los cultivos: la composta.
Una pequeña terraza, un balcón o una estancia bien iluminada es suficiente para hacer tu huerto urbano.