Durante el 2017 se sembraron más de 62 mil 241 hectáreas para la producción de semilla certificada, obteniéndose más de 222 mil toneladas de semilla certificada de 17 cultivos integrados en grupos de cereales, pastos, industriales y hortalizas.
La certificación es el resultado de la verificación e inspección de la producción de las semillas para siembra, desde su origen hasta su almacenamiento y comercialización, siguiendo las estrictas normas de calidad establecidas.
El Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), es el responsable de certificar las semillas para garantizar que estas darán como resultado un cultivo uniforme, libre de plagas y enfermedades, generando mayores ingresos para los productores.
En México los cultivos que más utilizan semilla certificada son: trigo, maíz avena papa, soya, cebada y arroz.
Ahora, te contamos un poco del proceso de certificación, éste consiste en una inspección de campo seguido de un análisis de laboratorio que comprueba la calidad de las semillas, desde su origen hasta su comercialización; al aprobarse la inspección de campo y los análisis del laboratorio, la SAGARPA otorga una etiqueta oficial que avala la calidad de la semilla.
Es importante recalcar que sólo las semillas que cubren los requisitos de alta calidad genética, fisiológica, física y fitosanitaria son certificadas.