“Lograr adaptarse a las nuevas formas de vivir, hoy hacen una tendencia de la que hasta el cambio climático ha formado parte. Incluso el hablar de competencias, no es más que el actuar frente a tanta evolución.”

Gracias al cultivo bajo invernadero, se puede obtener producciones de alta calidad, así como altos rendimientos. Ya sea en cualquier época del año, tipo de clima, altura, etc. Porque un invernadero, es una forma de recrear un microclima adecuado, en función con las necesidades de la planta sin considerar las condiciones del exterior.

De igual manera da paso a alargar el ciclo de vida del cultivo, posibilitando la producción en los años más difíciles para comprarlos con los mejores precios.

Por ello, el control centralizado del equipo facilita la precisión en el manejo de la calefacción, iluminación, el riego y de otros componentes utilizados en el funcionamiento de un invernadero.

Algunas variantes como la temperatura, la humedad la luz y el CO2 son factores importantes para ello. Por lo que:

La humedad

Se refiere a la cantidad de agua en forma de vapor que tiene el aire de nuestro invernadero. De aquí se derivan dos tipos: Humedad absoluta y humedad relativa.

Donde la primera se refiere al total de vapor de agua en forma de masa que existe en el aire, tomando en cuenta la unidad de volumen, que se mide en gramos por metros cúbicos de aire (g/m3). Este valor le permite al agricultor invertir tecnológicamente hablando, en la explotación del invernadero dando mejor estructura a los sistemas de riego, los sistemas de gestión de clima, entre otros. Que son el resultado de buenos rendimientos y la calidad del producto final.

Mientras que la humedad relativa es la relación que existe entre la cantidad de vapor de agua contenida y la que tendría si estuviera saturada. La cual se mide en relación al porcentaje.

La temperatura

Es el manejo del ambiente dentro de un invernadero, es de gran influencia para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Dentro de los niveles óptimos para la planta va de 10 a 20° C. Algunas formas de medir la temperatura pueden ser:

• Temperatura mínima grave. Que es la que está por debajo del rango y puede ocasionar daños graves a la planta.

• Temperatura máxima y mínima biológica. Que indica los valores altos o bajos que no permiten que la planta alcance una determinada fase vegetativa como la floración, frutos, etc.

• Temperaturas de día y de noche. Son las que indican los índices para que la planta se desenvuelva correctamente.

Cada invernadero se conducirá en función de la radiación solar que pasa a través del plástico o cubierta del invernadero, el cual se transforma en calor. Cabe decir que durante los últimos años muchos agricultores han iniciado con la instalación de artilugios que automaticen la apertura de las ventilaciones, radiómetros que indiquen el grado de luminosidad en el interior del invernadero. Así como la instalación de equipos de calefacción, entre otros.

Existe una relación entre la temperatura y la humedad relativa, que afecta directamente las funciones de fotosíntesis, respiración, permeabilidad de la membrana celular, absorción de agua y nutrientes, así como la transpiración, actividades enzimáticas, entre otros.

Las reacciones biológicas son vitales, ya que si la temperatura del invernadero es menor a 0°C o bien está por encima de los 50°C, las plantas no podrán desarrollarse adecuadamente, la temperatura óptima para cada planta varía según su especie. A pesar de que las plantas toleran temperaturas bajas en periodos cortos de tiempo, se recomienda evitar a este valor que podría ser letal.

Aire

Es un compuesto de gases (N2, Ar y CO2), que varía dependiendo de la latitud y altitud. Cada especie tiene una humedad ambiental idónea para vegetar en perfectas condiciones.

Aunque las bajas temperaturas proporcionan un valor umbral más elevado, ya que determina la temperatura mínima por debajo de la cual las plantas cesan de crecer normalmente.

No existe un acuerdo respecto a la determinación del valor umbral entre las distintas especies cultivadas.

Ventilación

Es la renovación o cambio del aire, realizado en algún recinto o artefacto que se mide de acuerdo a la cantidad de cambios en un tiempo determinado. Y es esencial en los resultados del cultivo.

El aumento de la temperatura y de la humedad, causan daños y perjudican la cosecha, que en muchos de los casos imposibilita la tarea de los trabajadores y hace que la producción descienda, así como la rentabilidad del invernadero.

Las aberturas tanto cenitales como laterales permiten una ventilación natural, ya que el aire caliente sale de la estructura. La baja presión dentro del invernadero provoca que el aire frio penetre.

En el invierno, las condiciones climáticas cambia, muchas de las veces se excluye el cultivo al aire libre y el uso de invernaderos es mayor así como de los abrigos.

Cabe mencionar que si se hace un cultivo tardío o con mucha antelación, solo se logrará con base en la reducción de pérdidas de calor o calentando artificialmente con fuentes de energía tradicional o poco convencionales como la energía solar, la energía geotérmica, etc. Y el agricultor tenga problemas de rentabilidad

La cantidad de ventanas que debe tener un invernadero no es exacta. Aunque estas pueden estar controladas ya sea de forma manual o automatizada. Sin embargo la ventilación natural es eficaz en invernaderos que logran hasta ciertas longitudes.

Ya que la ventilación natural hace que los costos tanto de instalación y mantenimiento sean más bajos, aquí, no se depende de la energía eléctrica, además de que nos da la opción de construir un invernadero con un frente de canalón más largo.

Sin embargo las desventajas que puede representarnos es que hay baja o nula capacidad para controlar las condiciones climáticas deseadas dentro del invernadero. Así como tener cuidado con la orientación de las ventanas. Se recomienda que la primera y última ventana, estén direccionadas hacia el exterior para poder aprovechar los cambios de dirección del viento

Los invernaderos altos reducen algunos grados en el interior del mismo y lo mejor es tener como máximo hasta seis metros de alto de la estructura.

Es posible con la ventilación natural utilizar algún otro método para aumentarlo, para agregar mejores resultados que dependerán de las condiciones externas del invernadero y de la zona de cultivo.

Si se realiza una ventilación forzada o activa, estas generan las condiciones óptimas dentro y fuera del invernadero como del tamaño de la estructura, las que se adaptarán a las necesidades del cultivador y de la producción.

Este tipo de ventilación se encarga a través de pequeños ventiladores helicoidales de generar pequeñas corrientes de aire que permitan mezclar y uniformar las condiciones del mismo según sea el caso.

Dentro de las ventajas de la ventilación activa tenemos un control total y monitoreo en las condiciones climáticas deseadas dentro del invernadero, así como mejores resultados por año de cultivo, sin depender de los factores externos.

Cabe señalar que dentro de sus desventajas encontramos que el costo es más alto que la ventilación natural, que depende de un suministro de energía eléctrica y reduce la longitud de los canalones.