Fuente: Ecoosfera.
“Las nuevas técnicas de agricultura exigen a la par del desarrollo de la tecnología, lo que implica un mayor estudio, como nuevas oportunidades dentro de los campos de estudio que van diversificándose cada vez más”.
El desarrollo de pesticidas, fertilizantes artificiales e incluso el tema de los transgénicos, son temas que pueden llegar hasta esa magnitud y englobarse dentro de uno: “biotecnología”.
Donde podemos comprender la diversidad de contenidos que puede llegar a abarcar y aún más importante, que es un área de estudio dentro de la experimentación, de gran tamaño.
La biotecnología basa sus estudios en el uso de experimentos donde se descartan a los químicos. Donde a partir de componentes orgánicos es que se consiguen fertilizantes naturales que benefician en mucho al suelo, pero sobre todo gracias al uso de bacterias se logra su confección.
Es por ello que los científicos de la UNAM, llevan a cabo un proyecto de esta magnitud dentro de invernaderos inteligentes donde se cultivaran fungicidas, biobactericidas y biofertilizantes.
El proyecto está a cargo por Enrique Galindo Fentanes, cuyo propósito es conseguir alta productividad de las hortalizas únicamente con el uso de medios biológicos.
Dentro de estos invernaderos, se trabaja bajo una línea general de investigación mejor conocida como ingeniería de procesos con proyectos para la producción de biopolímeros y enzimas; el estudio de la hidrodinámica de fermentaciones y la producción de agentes de control biológico para la agricultura.
Uno de los logros a cargo de Galindo Fentanes en conjunto con otros investigadores, es el del biofungicida, el cual fue lanzado para prevenir una sola enfermedad del mango.
Actualmente se ha ampliado a más de 20 cultivos, entre los cuales encontramos: la papaya, el aguacate, así como cítricos, entre otros.
Es justamente en este tiempo, cuando el mundo está dispuesto a sistemas de consumo mucho más sustentables y verdes.
En el que iniciativas como esta, implementadas en México llegan para poder contribuir a que infinidad de campesinos dejen por un lado los pesticidas y fertilizantes con costos elevados, que además afectan de manera negativa a la tierra; y que generalmente suelen estar remotamente fuera de sus posibilidades económicas.